Craviotto, plata y a los Juegos

El K4 500 estatal, con el leridano Saül Craviotto, Carlos Arévalo, Marcus Walz y Rodrigo Germade, logró ayer la medalla de plata en los Mundiales de esprint, que se disputaron en Szeged (Hungría), y aseguró la clasificación de la embarcación para los JJOO de Tokio de 2020. En ausencia de Cristian Toro, que renunció al campeonato por motivos personales, el K4 acarició el oro, pero fue finalmente superado por la embarcación de Alemania, que logró el título. Tom Liebscher, Ronald Rauhe, Max Rendschmidt y Max Lemke firmaron un tiempo de 1:19.26, mientras que los palistas estatales acabaron 51 centésimas por detrás. Los eslovacos Erik Vlcek, Adam Botek, Csaba Zalka y Samuel Balaz ganaron la medalla de bronce, terminando con un tiempo de 1:20.96.

El K4 500 no tuvo una buena salida, pero poco a poco fue ganando terreno para colocarse entre los primeros. Después de los primeros metros, mandaba Alemania, con España cerca. Al paso por los 250 metros, los germanos aventajaban en solo tres centésimas al cuarteto estatal y fue entonces cuando este pasó a liderar la prueba. Sin embargo, los alemanes reaccionaron casi de inmediato y no dieron opción de réplica a los españoles, que firmaron un 40.92 en la segunda mitad, por el 40.45 alemán.

De la final salieron las siete embarcaciones europeas, que se unieron a Australia, Japón y Canadá

Para lograr el billete olímpico, el equipo estatal necesitaba terminar entre las siete primeras embarcaciones, ya que serán 10 las que competirán en Tokio pero tienen que representar a cuatro continentes. En este sentido, la final solo tenía representación europea, por lo que había que dejar tres plazas para el resto de continentes. Alemania, España, Eslovaquia, Rusia, Hungría, Portugal y Bielorrusia lograron la clasificación olímpica, mientras que Francia y la República Checa se quedaron fuera. Las otras tres plazas olímpicas salieron de la final B, donde Australia terminó primera, Japón, tercera, obtuvo la plaza asiática y Canadá, quinta, la americana.

Para Saül Craviotto la de Szeged es la undécima medalla en unos Mundiales y la segunda con el K4 500, después de la plata de 2018. En su palmarés acumula tres oros con el relevo K1 4x200, 5 platas (tres con el K2 200 y dos con el K4 500) y dos bronces, con el K1 200.

La selección española terminó los Mundiales de Szeged con siete medallas y clasificó a cuatro embarcaciones para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. El oro correspondió a Alberto Pedrero y Pablo Graña en C2 200; las platas fueron para el K4 500 de Craviotto, Arévalo, Walz y Germade, el K2 1.000 de Paco Cubelos e Iñigo Peña y el K2 500 de Pelayo Roza y Pedro Llenín; y los bronces de Carlos Garrote y Teresa Portela, en el K1 200, y el de Toni Segura y Sete Benavides en C2 500.

“Competimos muy bien a pesar de la presión que teníamos” “Las sensaciones han sido muy buenas y creo que hemos competido muy bien para la presión a la que estábamos sometidos hoy en esta final. Me siento muy orgulloso de mis tres compañeros. Marcus ha tenido un año complicado en tema de lesiones y con Arévalo llevamos solo un mes montando y me siento muy orgulloso de lo que hemos hecho. Es la primera vez que me clasifico a la primera y estoy ahora mismo que no me lo creo”, manifestó Craviotto después del pase a los Juegos de Tokio. “He estado en tres Juegos, tengo 34 años, llegaré con 35 y la gente joven sube fuerte. No quiero anunciar mi retirada pero huele a que puede ser mi última Olimpiada y me gustaría cerrar una carrera deportiva brillante allí”, añadió.