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© Marc Palazón intenta controlar una bola davant de la pressió d'un jugador de l'Igualada.
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© Marc Palazón intenta controlar una bola davant de la pressió d'un jugador de l'Igualada.
AMADO FORROLLAEl Lleida Llista perdió ayer ante el Igualada su primer partido de Liga (6-8). Fue una derrota dolorosa y también injusta, ya que los leridanos se mantuvieron por delante en el marcador durante 35 minutos y llegaron al último con 6-6 en el marcador. Pero sobraron los últimos 15 segundos, en los que el equipo leridano cometió un error que permitió al Igualada marcar el 6-7 y, en el último segundo, con el Llista atacando sin portero, con cinco jugadores de pista, uno de ellos detuvo una bola, ya con el crono a cero. Los árbitros pitaron el innecesario penalti y Lluís Tomàs, en señal de protesta, se fue de la portería cuando lanzaba Ton Baliu, que marcó así el definitivo 6-8.
El Llista llegaba a este partido de la Jornada 2, aplazado en su día por la disputa de la Copa Continental, con un triunfo y un empate y, en caso de victoria, se hubiera encaramado a la segunda posición de la tabla. El equipo salió a por todas y se adelantó 2-0 gracias a sendos goles de Joan Cañellas en los minutos 5 y 9.
Pero el Igualada, que llegaba con dos victorias y la posibilidad de compartir el liderato con el Liceo, firmó el 2-1 en el minuto 13 con un lanzamiento de Baliu. El Llista tuvo más ocasiones, pero topó con los postes y la actuación de Elagi Deitg, sobre todo en la segunda parte. Al descanso se llegó 4-2 después de que se marcaran tres tantos en los dos últimos minutos. Palazón hizo el 3-1, Méndez el 3-2 y Oriol Vives, muy motivado ante su exequipo, el 4-2.
Este intercambio de golpes continuó nada más iniciarse la segunda parte, con tres goles más en los 4 primeros minutos. Oriol Vives hacía el 5-2, Méndez volvía a recortar distancias (5-3) y Baliu ponía el 5-4.
Oriol Vives firmó el 6-4 en el minuto 31 pero ahí acabó el acierto local, mientras que el Igualada, con nada que perder, se lanzó sobre la portería de Lluís Tomàs buscando más goles. Y los encontró ante un equipo que no supo jugar sus cartas y que, con 6-6, encajó dos goles en los últimos 12 segundos.