Un dakariano hindú forjado en Lleida

Santosh Chunchunguppe Shivashankar, conocido en el mundo del motor como CS Santosh, tiene el honor de ser el primer piloto de la India en correr el Dakar. Fue en 2015. Desde entonces, Lleida ha sido su campo de trabajo donde preparar el rally más duro del mundo. “Siento que Lleida es mi segunda casa y me encantaría tener mi hogar aquí en España en un futuro próximo”, reconoce el piloto de Hero, el fabricante hindú que más motos produce en el mundo.

La relación de Santosh con Lleida arranca en 2014, cuando contacta con Jordi Grau, uno de los dueños de Motos Grau y que entonces estaba en el Dakar como mecánico de un equipo privado. “Hablamos y en julio de 2014 se presenta en Lleida sin habernos conocido antes. Desde entonces se entrena y vive con nosotros”, explica Grau, actualmente coordinador desde hace tres años de los equipos oficiales de Hero. Santosh vive en un motorhome que él y Jordi compraron a medias en la finca de este último. “Él hace su vida totalmente independiente. Aquí tiene todo lo que necesita para entrenar, algo que no puede tener en su país, donde es un ídolo”, reconoce Grau.

En 2015 fue el primer piloto hindú en correr y acabar el Dakar, y ahora en 2020 quiere entrar en el Top 20

Santosh, que el 1 de diciembre cumplirá 36 años, se entrena en los diferentes circuitos de la provincia, como Rufea, Alcarràs, Almacelles y Alpicat, entre otros, especialmente en enduro, y los tramos de navegación en los Monegros. Ha participado en cinco ediciones del Dakar. En dos no acabó, en 2016 por problemas mecánicos y este año por un accidente. Recuerda que su estreno en 2015 (acabó el 36) “fue extremadamente duro. Fue una edición en la que solo consiguieron terminar 76 pilotos. Al tratarse del primer Dakar, tengo recuerdos increíbles pero también el más difícil que he corrido en los últimos 5 años. Tuve muchas dificultades durante esta carrera, incluido un accidente en el que acabé lesionado, con un dedo fracturado, pero estaba decidido a terminar esta carrera y hacer historia”, señala.

E hizo historia convirtiéndose en el primer piloto de la India en correr y acabar el Dakar. “Es un privilegio. Ahora tengo la oportunidad de representar a mi país en todas las competiciones internacionales con los mejores pilotos de todo el mundo”, apunta. Para él el Dakar “es una oportunidad única en la vida y ganar experiencia haciendo lo que amo”, explica.

Aquel 2015 fue protagonista por ayudar a Marc Coma, el líder de su equipo KTM. “Tuve la suerte de poder ayudar a Marc intercambiando el neumático trasero en la etapa de maratón. Ese fue su último Dakar y su última victoria también en motos, así que me hizo feliz aportar mi granito de arena”, dijo.

En 2017 logró el puesto 47 y su mejor resultado lo firmó en 2018, cuando acabó el 34. De cara a la próxima edición su reto es mejorarlo. “Mi sueño es llegar a salvo al final de cada Dakar y estar entre los 20 mejores del mundo; más adelante ya veremos cuánto puedo subir en la clasificación”, aseveró.

Es un apasionado de los caracoles que no soporta el frío Santosh se ha adaptado perfectamente a Lleida y su gente, hasta el punto de que es un enamorado de los caracoles y los ‘calçots’. “Me encantan”, reconoce. De la ciudad le gusta prácticamente todo menos el frío y la niebla. “Lo único que no me gusta es el frío, puesto que vengo del sur de la India y allí siempre hace calor”, recuerda. “Aquí estoy muy a gusto, la gente, la cultura y la calidad de vida es algo que me gusta de aquí”, añadió.