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Yanlan Li, Tingting Wang, Loredana Dorca i Anna Biscarri, abans del partit davant del Ponta do Pargo.

Yanlan Li, Tingting Wang, Loredana Dorca i Anna Biscarri, abans del partit davant del Ponta do Pargo.

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Con Messi, el Barcelona irá de turismo a Milán en la última jornada. El astro argentino, que participó en los tres goles de su equipo, guió al conjunto azulgrana hasta el triunfo ante el Borussia Dortmund (3-1) y lo clasificó matemáticamente para los octavos de final de la Liga de Campeones como primero del Grupo F. Valverde sorprendió con un once en el que estaba Ratikic, en lugar de Arthur, y Dembélé, en vez de Griezmann. El centrocampista croata erró en el primer balón que tocó y propició una contra del Dortmund que acabó con un disparo de Shulz que Umtiti sacó en la línea de gol. Fue su único borrón en todo el partido.

Dembélé, que empezó siendo de los más activos en la ofensiva local, se retiró lesionado mediada la primera mitad. El punta francés se rompía por enésima vez y abandonaba el césped del Camp Nou entre rabioso y abatido, en una de las imágenes más duras de la noche. Sufre una lesión muscular en el muslo derecho a la espera de más pruebas médicas, sgeún informó el club. Es la tercera lesión del delantero galo esta temporada.

La última jornada ante el Inter será un trámite para los de Valverde, pero los italianos se jugarán el pase

A Griezmann la lesión de su compañero le permitió presenciar, en primera fila, cómo la química existente entre Messi y Suárez decantó el choque. Luego, el francés se añadiría a la fiesta en la segunda mitad.

La primera conexión entre el argentino y el uruguayo acababa en gol, anulado por fuera de juego, a los veinte minutos. En la segunda, Messi volvía a habilitar a su amigo, que batía a Bürki pocos segundos antes de la media hora, esta vez en posición correcta.

Messi ponía a prueba al meta del conjunto alemán a la jugada siguiente antes de hacer el segundo, después de que Suárez le devolviera el regalo del 1-0.

La jugada vino precedida de un robo del incansable De Jong, omnipresente en el centro del campo y entregado a la presión tras pérdida con tal devoción que acabó contagiando a sus compañeros.

Y es el que Barça, que había empezado apretando arriba, dejó de hacerlo a los pocos minutos –algo que sucede con demasiada frecuencia esta temporada– hasta que volvió a hacerlo, animoso, ya con el marcador a favor.

El Dortmund, que solo tuvo una llegada más en los primeros 45 minutos, también con Schulz de protagonista, fue apagándose poco a poco hasta quedar a merced del equipo catalán que, sin hacer un fútbol espectacular, se fue al descanso con una merecida victoria parcial.

El Barcelona se vio con pie y medio en octavos y bajó una marcha tras la reanudación, pero la escuadra germana no se sintió capaz en ningún momento de darle la vuelta al marcador. Y eso que el conjunto local le cedió terreno dispuesto a matar el partido a la contra y que Brandt, a la hora de juego, tuvo un claro remate a bocajarro que se encontró, como casi siempre en esta ‘Champions’, con una acción felina de Ter Stegen.

Del resto se encargó Messi. Siempre Messi. El ‘10’ avisó primero con un cabezazo que se marchó alto y, poco después, condujo magistralmente una contra para redimir a Griezmman, que se estrenó como goleador azulgrana en la máxima competición continental. Griezmann fue muy aplaudido por la grada del Camp Nou deseosa de que, por fin, explote el francés en Can Barça.

El propio Messi a punto estuvo de marcar el cuarto con un lanzamiento de falta escorado que pegó en la cruceta, antes de que Sancho, en el minuto 77, hiciera el 3-1 con un derechazo desde la frontal.

De nuevo Sancho pudo haber puesto emoción al choque, a cuatro minutos para el final, pero entre Ter Stegen y el larguero evitaron que su disparo acabara en el segundo gol del Dortmund.

Lionel Messi celebró su partido 700 con el Barcelona con otra exhibición. No era un partido más para el argentino. No sólo por lo que se jugaba su equipo, en una espiral de dudas tras un inicio de temporada irregular, sino por alcanzar una cifra redonda con el club con el que debutó en lo más alto un 16 de octubre de 2004.

El Borussia Dortmund se convirtió en la víctima número 78 de los 87 equipos a los que se ha enfrentado Leo. O lo que es lo mismo: Messi ha visto portería ante un 89% de los rivales contra los que ha jugado. En estos 700 partidos, el rosarino ha transformado 613 dianas, con una media de 0,87 por encuentro. Con Leo en el campo, el Barça lo ha agradecido en los últimos 15 años. Su equipo ha ganado 495 encuentros (70,71%), ha empatado 128 (18,28%) y ha perdido 77 (11%). Anoche Messi disputó su partido número 140 en la Liga de Campeones, con un balance de 114 goles y 32 asistencias. La última de ellas fue el tercer tanto con el que el Barça sentenciaba el partido (min.67). Fue de nuevo en una transición rápida. El crack de Rosario condujo el balón hasta en la medular y se inventó un pase profundo a Griezmann, que no falló.

Victoria por 3-1 y clasificación matemática para el Barcelona, que sigue sin convencer pero tiene a Messi, que, desde que debutó con 17 años en un derbi contra el Espanyol en Montjuïc, tiene al alcance de su mano superar los registros de longevidad que todavía atesora Xavi, que disputó 767 partidos con la elástica azulgrana. Y el lunes puede anunciarse su sexto Balón de Oro.

praga

El Inter de Milán logró un trabajado triunfo por 1-3 ayer en su visita al Slavia de Praga, gracias a un doblete del argentino Lautaro Martínez y a un gol del belga Romelu Lukaku, y se jugará el pase a los octavos de final de la Liga de Campeones en la última jornada contra un Barcelona ya clasificado.

Dos disparos al larguero y un gol anulado a Lukaku por un penalti previo a favor del equipo checo, que inicialmente no se pitó y que concedió el VAR, significó el momentáneo 1-1 y dejó contra las cuerdas al Inter, que obtuvo el triunfo en los últimos diez minutos gracias a un nuevo recital de su pareja ofensiva.

El conjunto italiano se enfrentó a un Slavia de Praga, intratable líder invicto de la Liga checa, muy organizado y con confianza tras el empate cosechado en la anterior jornada en el Camp Nou, lo que obligó al Inter a ser paciente y defenderse con orden para abrir a continuación espacios en la zona ofensiva.

Ernesto Valverde dejó de inicio a Leo Messi en el banquillo como ya habían pactado ambos hace días.

Ernesto Valverde dejó de inicio a Leo Messi en el banquillo como ya habían pactado ambos hace días.EFE

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