Empate y gracias

Un gol de Griezmann, en la única ocasión clara, y las paradas de Ter Stegen maquillaron una gris prestación del Barça y le dio un valioso empate (1-1) en la visita al estadio San Paolo de Nápoles. La segunda diana en esta Copa de Europa del francés fue la mejor noticia de la visita al feudo de Maradona para un Barcelona que acabó con diez por la doble amonestación al chileno Arturo Vidal, que se pierde la vuelta al igual que Busquets, que estaba apercibido, mientras que Piqué se retiró lesionado y peligra para el Clásico del domingo.

Ni una sola vez disparó a puerta el Barcelona en la primera parte, en la que dominó el balón pero de forma intrascendente. Y una vez lo hizo en la segunda, y marcó. Sin apenas pases al hueco ni hacia adelante, con un juego plano y horizontal, estrellándose ante la poblada defensa napolitana y sin desmarques ni verticalidad alguna. Ni Messi estuvo inspirado ni Griezmann ni Vidal supieron leerle sus intenciones. El argentino fue, eso sí, el único en intentar dar chispa al juego de un Barça que se pareció demasiado al que terminó por poner fin a la era de Valverde, y que respiró con esa finalización certera de Griezmann.