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Suspendidas 18 carreras populares en Lleida

La Cursa Templers, del pasado 8 de marzo, fue la última carrera popular celebrada en Lleida.

La Cursa Templers, del pasado 8 de marzo, fue la última carrera popular celebrada en Lleida.MAGDALENA ALTISENT

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La sangría de aplazamientos y suspensiones en el deporte leridano a causa del coronavirus ha dado de lleno en la línea de flotación de las carreras populares que aglutinan cada año a miles de corredores en todo el territorio. Hasta el día de ayer eran 18 las carreras, marchas atléticas y de BTT que confirmaron su aplazamiento o suspensión después de que se celebrase la última antes de la crisis del COVID-19, la Cursa Templers del 8 de marzo.

Dieciseis de ellas pertenecen a los circuitos de la Lliga Ponent, Mitges de Ponent, Marxa.cat y Lliga Ponent BTT, controladas, a través del cronometraje, por la empresa de gestión deportiva Iter5. Las otras dos son la Cursa de la Dona, que debía celebrarse el día 15 y fue aplazada, y la Cursa SED de Maristes que estaba prevista para mañana domingo.

De las pruebas canceladas lamás multitudinaria y emblemática con unos 2.000 participantes

Solo algunas de ellas como la Cursa de Fraga, la del Sucre de Menàrguens, la Marxa BTT Secans de la Noguera de Algerri y la Dolorosa de Bellpuig, que se estrena este año, han anunciado que buscarán nuevas fechas. El resto ha empezado, en su mayoría, a devolver el importe de las inscripciones que puede rondar los 8 euros en las caminatas y una media de 15 euros en las carreras. Todas estas pruebas reúnen una media de entre 300 y 400 corredores, pero la palma se la lleva la Cursa Bombers, una de las ilustres suspendidas, que suele congregar a unos 2.000 participantes y es una de las más multitudinarias y emblemáticas de Lleida. Estaba prevista para el 19 de abril.

Con excepción de la Maratón Terres de Lleida Clos Pons, suspendida ya pese a estar prevista el 26 de octubre, la Mitja Marató de Tàrrega del 10 de mayo es la última donde acaban hasta ahora las cancelaciones. Y desde entonces hasta julio hay 16 pruebas que penden de un hilo.

Una facturación de 10.000 euros, el coste de las pruebas anuladas La cancelación de estas pruebas populares, además de quebraderos de cabeza para los organizadores después de muchos meses de trabajo, tiene también una repercusión económica.

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