Una Liga atípica

LaLiga Santander dará hoy inicio a su nueva temporada 2020-21, con el Real Madrid defendiendo título, con Leo Messi todavía como emblema del FC Barcelona y también con el objetivo de recuperar su mejor brillo para tener su ansiado protagonismo internacional en una campaña que arrancará todavía con la amenaza de la pandemia de coronavirus. Sin duda, la Covid-19 puede marcar lo que ocurra en el césped. Ya lo ha hecho en estas escasas semanas de pretemporada. Muchos equipos se han visto y se verán afectados en forma de bajas por confinamiento.

El torneo doméstico echó el cierre a su campaña 2019-20 el pasado 19 de julio y, menos de dos meses después –aunque LaLiga SmartBank no terminó hasta el 23 de agosto tras el ‘caso Fuenlabrada’–, vuelve a andar con una edición simbólica, la 90ª, que se vuelve a presentar abierta y llena de incógnitas.

El equipo de Koeman no comenzará la Liga hasta la tercera jornada, el 27 de septiembre ante el Villarreal

El argentino se queda contra su voluntad y llama mentiroso a Bartomeu por no cumplir la palabra dada

El inicio de La Liga ya es de por sí atípico, ya que el primer amistoso de pretemporada del Barça (hoy a las 19.00 ante el Nàstic en el estadio Johan Cruyff de la Ciutat Esportiva Joan Gamper) se jugará un rato después de que se hayan disputado los primeros puntos de La Liga 20-21. Ningún equipo que ha estado inmerso en el final veraniego de las competiciones europeas juega este fin de semana la primera jornada y, sin la atención de los grandes, el foco está lejos del inicio liguero.

Hasta que se incorporen Barça, Atlético y Sevilla (en la tercera jornada siendo el partido del Barça ante el Villarreal en casa el 27 de septiembre) y el Real Madrid (en la segunda), el resto de equipos ya van a convivir con toda una serie de novedades que acordaron adoptar LaLiga y la RFEF, antes de volver a pelearse por los partidos los viernes y los lunes (por el momento vetados por Competición, aunque LaLiga ha recurrido ante el CSD).

Por otra parte, para convivir con el coronavirus, de las dos grandes excepcionalidades que se introdujeron para terminar la última temporada, se van a mantener los cinco cambios y las convocatorias de 23 futbolistas.

Cada equipo ha tenido que proponer un estadio alternativo por si su ciudad está confinada y, además, el tiempo de llegada obligatoria de los equipos a los estadios se ha reducido de 90 a 45 minutos. LaLiga ha previsto también que cada equipo pueda suspender un partido antes de la jornada 30 si la incidencia de la Covid fuese preocupante.

Para evitar tener que suspender o perder un partido por el covid, los clubes tendrán que tener un mínimo de cinco jugadores profesionales de la primera plantilla (sin incidencia del coronavirus seguirán siendo siete) y un mínimo de 13 jugadores con los del filial.

Mientras tanto, el Barça encara esta temporada con más incertidumbre que ilusión, con el objetivo de recuperar el trono perdido de malas formas en la pasada campaña y con un nuevo ciclo, con el ‘héroe’ Ronald Koeman en el banquillo, pero que se abre con un Leo Messi enfadado tras no poder abandonar una nave que tocó fondo con Quique Setién.

La pandemia de coronavirus afectó a un Barça que afrontó un cambio de técnico estéril. La directiva de Josep Maria Bartomeu optó por poner fin a los dos años y medio de Ernesto Valverde, que tenía líder al equipo en la Liga, pero al que se acusaba de ofrecer un fútbol cada vez más opaco.

El club apostó por Setién para dar aire nuevo pero el proyecto terminó de mal modo, con el título perdido ante el Real Madrid y un más que doloroso adiós en la Champions ante el Bayern y el bochornoso 2-8.

Y del ‘parche’ al héroe de Wembley 1992. El Barça se encomienda a un Ronald Koeman que parece dispuesto a cambiar las cosas en un vestuario que, aunque poco, se va a rejuvenecer, va a decir adiós a algún peso pesado y que finalmente contará con Leo Messi. El ‘10’ se quedó a regañadientes, y el neerlandés deberá reconquistarle y convencerle para volver a liderar un proyecto ganador. Messi no logró su deseo de salir gratis, pero dejó claro que estaba harto de un Barça sin proyecto y lleno de parches culpando directamente a la directiva de Josep Maria Bartomeu. El argentino, finalmente, se ha quedado contra su voluntad. No sin antes calificar de mentiroso a Bartomeu por no cumplir la palabra dada de facilitar su marcha al final de la pasada campaña.

Hay también incertidumbre por saber si Koeman apostará por la cantera. De esas perlas que piden ser pulidas para poder brillar, destaca Ansu Fati. El extremo de 17 años, que ya ha debutado con la selección española absoluta siendo el más joven goleador, es la ilusión del barcelonismo personificada. En él, muchos ven al relevo de Messi, con el que espera formar una sociedad parecida a la que formaba con el añorado Neymar.

También se espera mucho de Griezmann. El gran fichaje del pasado verano ha dejado mucho que desear escorado en la banda izquierda y parece que Koeman le va a poner más centrado para exprimir más sus cualidades.