Puntazo del AEM ante un Athletic B, vigente campeón de Liga, que acaba pidiendo la hora

Cuatro puntos de seis en el arranque de Liga y con ambos partidos a domicilio. Sobreponiéndose a un marcador adverso. Y en uno de los campos más difíciles del campeonato. Pero pese a ello, las caras de las futbolistas y de Roger Lamesa tras el partido, no eran precisamente de felicidad. El AEM se quedó con ganas de más. Tuvo al vigente campeón de Liga pidiendo la hora en su casa y rozó la gesta en el lugar donde hace tan solo unos pocos meses se llevó un 3-0 en contra.

Precisamente, el hecho de que la satisfacción no fuera total es la prueba más evidente de que el AEM sigue teniendo un vestuario fuerte, unido, y que va dando pequeños pasos en un camino de final incierto, pero que apunta a feliz. Ayer hubo muy pocos errores sobre el césped de Lezama. Roger Lamesa había preparado el partido a conciencia, y ante la amplitud del terreno de juego, optó por intercambiar las posiciones de algunas jugadoras. Miró jugó de central, Hisui de pivote y Alexia en banda. Y las tres cuajaron un partido de sobresaliente.El invento funcionó. El arco de San Mamés no les pesó a las leridanas en ningún momento. El filial rojiblanco, acostumbrado a salir con el balón controlado, se vio obligado a avanzar abusando del pelotazo ante un AEM ordenadísimo en defensa y situando la línea de presión muy arriba desde el comienzo del partido.

Y con esto resuelto, se impuso la calidad individual. Fundamentalmente, la de la portera norteamericana Audrey Baldwin, que se consagró con un doble paradón que mantuvo el empate sin goles al descanso. Mediado el primer tiempo, paró un penalti a Mañoso cometido por Nàdia en un forcejeo con la delantera vizcaína. Pero no le bastó y, poco después, le sacó un mano a mano de nuevo a Mañoso cuando ya se cantaba el gol. El punto se ganó ahí.

Tras el descanso, el Athletic B consiguió incomodar a las azules pero, pese a ello, se adelantó en una jugada aislada. En un córner desde la izquierda servido en corto y, desde el lateral del área, Arana mandó el balón a la escuadra del palo largo, sorprendiendo a todo el mundo. Pero ya es habitual ver crecerse al AEM ante las adversidades. La entrada –y debut– de Aran y la variación táctica pasando a jugar con cuatro defensas dio aire a las leridanas.

Y Pixu desplegó las velas y de sus botas nació el peligro para restablecer el empate y para buscar, hasta el último momento, el gol del triunfo. Y hasta protagonizó dos posibles penaltis la capitana.

Las recuperaciones de balones en ataque fueron una constante que las rojiblancas no pudieron evitar, pese a haber jugado un gran partido y teniendo opciones claras de llevarse los tres puntos durante los noventa minutos.Pero los finales de partido siempre son azules. El balón lo centró Alexia, lo peinó Hisui y Pixu remachó la faena. Lo celebró besando el brazalete en una nueva prueba de lo que es para el AEM la eterna capitana.

La próxima jornada, el equipo leridano recibirá la visita del Barça B, que ayer goleó al Seagull por 7-2. El partido supondrá el debut, por fin, de las azules en su campo del Recasens, después de que la pasada semana se aplazase su encuentro ante el Zaragoza tras registrarse casos positivos en el equipo aragonés. El encuentro dará inicio a las 12.00 y será a puerta cerrada.