A jugar y bajo mínimos

El partido entre el ICG Força Lleida y el Real Murcia se disputará hoy como estaba previsto, a las 12.30 del mediodía y en directo por Lleida TV, después de que la PCR que se le practicó al jugador de la plantilla leridana que el viernes había dado positivo en el test de antígenos haya salido negativa. Una situación que trastocó los planes de Gustavo Aranzana por completo en una semana caótica y plagada de obstáculos, con la confirmación de que Lucas N’Guessan estará seis semanas de baja y la marcha inesperada de Antonio Hester, dos ausencias que dejan el juego interior muy mermado para recibir a uno de los debutantes de la Liga, un Murcia que llega con una victoria más que los de negro.

“El viernes ya no pudimos entrenar porque al conocerse el positivo todos nos confinados en casa. Esta mañana (ayer), al conocer que la PCR había dado negativa, he montado un entrenamiento improvisado para poder hacer algo. Con los que somos estamos preparados para la guerra de mañana (hoy)”, afirmó el técnico vallisoletano, que ya era consciente de que estas situaciones se podrían dar esta temporada. “Debemos estar bien mentalmente porque todas las circunstancias no ayudan, pero ya lo avisé al principio de temporada de que tendríamos que adaptarnos a lo que nos viniera. Es tremendo preparar un partido en apenas un día y medio. Además, estamos en cuadro en el juego interior, pero tenemos que intentar suplirlo de la mejor manera posible”, afirmó.

“A mí me da miedo que no lleguemos frescos al final del partido y el desgaste nos pase factura”

La nota positiva es que podrá recuperar a Kaspars Vecvagars, ausente los dos últimos partidos por una lesión muscular, aunque el letón no estará en plenitud de facultades. “Solo ha entrenado hoy (ayer), lo hemos recuperado de milagro. Lo tenemos, pero lleva quince días parado y no creo que tenga mucho ritmo competitivo, pero al menos tendremos una rotación más”, se lamentó Aranzana, a quien le preocupa el estado físico de su equipo. “Cada partido es a muerte, lo juegas al máximo de intensidad. A mí me da miedo que no lleguemos frescos al final del partido y el desgaste nos pase factura. Casi nos cuesta la victoria ante el Granada y en Palma no llegamos frescos al final. Por eso tenemos que ser muy inteligentes en gestionar los esfuerzos y no gastar energías innecesarias”, alertó.