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Asamblea aplazada

Laporta pospone el acto cuando se iba a votar la financiación del Espai Barça y se reanudará el sábado, la víspera del clásico || Los socios aprueban “las peores cuentas de la historia del club”, según el presidente, que necesita un crédito de 1.500 millones

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, se dirige a los socios compromisarios en la asamblea.

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, se dirige a los socios compromisarios en la asamblea.EFE

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La asamblea general de socios compromisarios del FC Barcelona no se pudo celebrar en su totalidad ayer y quedó aplazada al sábado, la víspera del clásico en el Camp Nou, sin que se votara el cuarto punto del orden del día para dar permiso a la junta de Joan Laporta para buscar inversores con los que obtener un crédito de 1.500 millones de euros para financiar el Espai Barça, clave para el futuro de la entidad. Tampoco se votaron el quinto y el sexto puntos, que son la petición para buscar un socio inversor minoritario para Barça Studios (el departamento audiovisual del club azulgrana) y la reforma de los Estatutos.

Sí hubo tiempo para explicar en qué se utilizaría el dinero para el Espai Barça en caso de conseguirlo.

De los 1.500 millones, que se deberían devolver en 35 años con 5 de carencia, 900 se utilizarían para la remodelación del Camp Nou, 420 para la construcción del nuevo Palau Blaugrana, 100 para el Campus Barça, 60 para la modificación del Plan General Metropolitano y 20 para el Estadi Johan Cruyff. “Es el proyecto más importante del presente y del futuro del Barça”, explicó la vicepresidenta institucional del club, Maria Elena Fort, en la exposición que hizo.

Las obras del Camp Nou empezarían en el verano de 2022 y finalizarían en 2025, dos años antes que las del nuevo Palau Blaugrana.En cuanto al presupuesto para esta campaña, aprobado con 643 votos a favor, 17 en contra y 23 en blanco, Eduard Romeu, vicepresidente del FC Barcelona, presentó unas expectativas de 765 millones de ingresos, lo que supone un 21 por ciento más respecto a la temporada pasada.

El directivo indicó que tienen como objetivos el bajar de 54 a 27 millones los gastos financieros, lo que “la primera gran aportación” de la nueva junta y que, aunque haya cinco millones de euros de beneficio “simbólicos”, esa cantidad supone “un cambio de dirección”.Además, han planteado en estos presupuestos “un escenario moderado” en cuanto a la asistencia al Camp Nou, con 94 millones presupuestados, pero que podrían aumentar si se llega “al cien por cien del aforo”, mientras que “uno de los objetivos más ambiciosos” es el de la reducción de la masa salarial de 617 a 470 millones, lo que supondría “un peso del 61 por ciento” sobre los ingresos. Romeu apuntó que el club está 70 millones por debajo del Plan Estratégico, “lo que significa que es creíble”, pero advirtió que les queda “mucho por hacer”.

“Tenemos que trabajar mucho y de forma valiente, pero enderezaremos esto”, recalcó.Por su parte, Jaume Guardiola, presidente de la Comisión Económica, remarcó que este presupuesto tiene “cuatro retos”.

El primero sería el de “los ingresos vinculados a la reapertura del estadio”, el segundo el de “la culminación del plan de reducción de los costes salariales”, y el tercero sería referente a los traspasos, con la opinión de que estos ingresos deberían quedar “fuera” del presupuesto y ser “fuente para la hipotética reducción de ventas y la mejora de la deuda patrimonial”.La deuda es de 1.350 millones de euros y el club tiene un patrimonio neto negativo de 451 millones de euros, entre otros números rojos. Pero, a pesar de la grave situación, Laporta fue contundente respecto la posibilidad de convertirse en una Sociedad Anónima Deportiva (SAD).

“Mientras nosotros sigamos dirigiendo el club tan solo será de los socios del Barça.

Los grupos políticos, económicos y mediáticos que quieran convertirlo en otra cosa se encontrarán con la bandera del Barça defendiéndolo”, sentenció.

“Hay operarios vigilando que no salten los plomos”

La vicepresidenta azulgrana Elena Fort no se mordió la lengua a la hora de poner ejemplos sobre el mal estado del Camp Nou. Se refirió concretamente a la electricidad en el estadio y explicó que “la restauración no puede tener horno porque no hay capacidad. Además, los cuadros de luces están vigilados durante los encuentros por operarios para que no salten los plomos”.

El Camp Nou acogió 47.317 fans el primer día sin restricciones

El Camp Nou vivió ayer su primer partido con aforo completo desde el pasado 7 de marzo de 2020. La afición no dudó en acudir al Estadi para dar su apoyo al equipo en un momento de máxima dificultad institucional y deportiva, pero como ha ocurrido desde el inicio de esta temporada, sin llegar a completar el aforo permitido en cada momento por las autoridades. Ayer acudieron 47.317 espectadores, un 47,62 por ciento del aforo total.

El club reconoce que estudiará emprender acciones legales contra Bartomeu

“Cuando llegamos prácticamente no podíamos pagar las nóminas.

La responsabilidad de todo esto la están analizando las auditorías ‘forensic’, que estarán acabadas en aproximadamente un mes, y de ahí se derivarán las consecuencias que considere nuestro departamento legal”, explicó Joan Laporta ante una Asamblea que empezó con 576 socios compromisarios de los 4.452 convocados. “Cuando tengamos toda la información de las auditorías ‘forensic’ convocaremos una Asamblea Extraordinaria para decidir si se deben tomar acciones respecto la junta directiva anterior”, anunció el presidente azulgrana tras un turno de intervenciones de los socios compromisarios en los que varios le pidieron emprender acciones legales contra la junta de Josep Maria Bartomeu.Los presentes criticaron duramente el legado que les ha dejado Bartomeu y reclamaron a Laporta que exija responsabilidades a los anteriores gestores.

“Una acción social de responsabilidad no prosperaría porque el covid lo perdona todo.

Lo que quiero, lo que queremos es armarnos de razones, no queremos ir a juicio y que nos lo tumben todos”, dijo Laporta, que prometió otra asamblea de compromisarios para exponer el resultado de la auditoría interna encargada de hallar “conductas que no las hemos encontrado adecuadas”, sin que merezcan, a falta de de más datos, calificarlas de ilegales o delictivas que puedan llevar a emprender acciones legales.

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