Ignasi Amor desmiente la mayoría de puntos de un comunicado del club después de una reunión entre ambas partes
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© El Lleida Esportiu sufrió un registro por parte de la Guardia Civil e Inspección de Trabajo el 5 de octubre.
JORDI ECHEVARRIAEl concejal de Deportes de la Paeria, Ignasi Amor, ha salido al paso de un comunicado que el Lleida Esportiu ha hecho público después de la reunión que han mantenido este jueves el propio Amor y el actual presidente del club, Jordi Esteve. El concejal ha lamentado "profundamente" la "deslealtad institucional" del presidente del Lleida Esportiu, "dado que ha hecho una comunicación oficial sobre el contenido de la reunión con una información que no se ajusta de ninguna manera a la realidad".
En este sentido, Amor ha explicado que le ha trasladado a Esteve "el malestar del conjunto de la corporación por la situación actual del club", con el cual tiene suscrito un convenio de colaboración, especialmente por "la repercusión negativa que esta situación tiene en relación con la imagen de la ciudad".
Además, el concejal ha desmentido que se haya establecido un plazo “para que el Ayuntamiento exponga al club todos los proyectos de ámbito local tanto sociales como económicos dentro del ámbito privado y/o empresarial que ha recibido durante los últimos 11 años y que se hayan interesado por el proyecto identitario del fútbol leridano, tal como dice el comunicado del Lleida (ver al final). "En todo caso, tendría que ser el club quien informara sobre estos proyectos", añade Amor.
El concejal afirma que tampoco es cierto que se haya establecido “una pauta periódica de reuniones entre el Ayuntamiento y el Club Lleida Esportiu” y asegura, de hecho, que no se ha concretado ningún encuentro.
En relación con el mantenimiento de las instalaciones y, más concretamente, del césped, el concejal "ha insistido en la obligación del club en relación con el mantenimiento ordinario, según se establece en el convenio suscrito entre ambas entidades".
La Paeria explica que Jordi Esteve ha reclamado en esta reunión el pago de las subvenciones que el ayuntamiento tiene retenidas porque el club no ha acreditado estar al corriente de los pagos en la Seguridad Social y en la Agencia Estatal del Adminitració Tributària, alegando que cumplía las condiciones para recibirlas. Estas subvenciones suman un total de 238.371 euros, correspondientes a los años 2018, 2019, 2020 y 2021, por la sustitución del césped del Camp d'Esports. Amor ha recordado que, hasta la fecha, el club no ha acreditado las condiciones para recibirlas. No obstante, se le ha garantizado que, tan pronto como acredite estar al corriente de sus obligaciones, se le haría el pago correspondiente, según explica el concejal de Deportes
Se ha acordado un plazo de 3 semanas para que el club presente las correspondientes certificaciones. En caso de que el club no pueda acreditar estar al corriente de estas obligaciones, el ayuntamiento analizará la continuidad del actual convenio de colaboración.
Esteve ha expuesto que su proyecto deportivo pasa por reforzar los equipos de la base, utilizando el campo anexo al Camp d'Esports como campo de entrenamiento de estos equipos. Amor le ha manifestado que esta opción sólo era viable sustituyendo el césped natural del campo anexo por uno artificial, y que esta sustitución no estaba prevista ni a medio ni a largo plazo, "dado que las prioridades de renovación del césped de los campos municipales son otras".
El punto del comunicado del Lleia que Amor sí ha reconocido como cierto es que "la reunión se ha desarrollado en un tono constructivo y positivo por ambas partes".
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— Lleida Esportiu (@Lleida_Esportiu) October 21, 2021
Comentarios
Los males del fútbol profesional de Lleida, empezaron cuando el ayuntamiento (socio mayoritario de las acciones de la SAD) malvendió el club a un oportunista llamado Jaume Llauradó que utilizó el club para publicitarse de cara a las elecciones del Barça. Un desastre que se agigantó con Tatxo Benet y su blanqueo de dinero a través del club y se acaba la defunción con los hermanos Esteve, auténticos trileros en negocios. Esa es la dura realidad de estos últimos 30 años en la ciudad. Y mirando hacia el Mediterráneo, parece que los problemas del FC Barcelona son bastante parecidos a los de la Terra Ferma
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