Una de cada cinco empresas de Lleida está asociada a las grandes patronales

Las dos grandes patronales de Lleida, Pimec y Coell, tienen asociadas a una de cada cinco empresas de Lleida, en un tejido económico en el que dominan los autónomos y las pequeñas empresas. Apenas una treintena pueden considerarse “grandes”. La Cámara de Comercio, sin ser patronal, es uno de los grandes lobbys económicos.

Si el mundo sindical está dominado por dos grandes organizaciones, UGT y CCOO, en el caso de las patronales también son dos las que copan la representación de los negocios en la provincia. En este caso son Pimec, de la micro, pequeña y mediana empresa de Catalunya, y Coell, Confederación de Organizaciones Empresariales de Lleida. En total cuentan con unos 8.200 asociados en la provincia, sobre un total de 38.274 negocios registrados en las comarcas de Ponent, según los últimos datos oficiales del Instiututo Nacional de Estadística. Es decir, que apenas una de cada cinco empresas locales están ligadas directamente a una de las dos grandes organizaciones patronales.

A lo largo de los últimos años se había barajado la posibilidad de que ambas llegaran a poder crear una única patronal en Catalunya, pero bien sea por personalismos, según algunas fuentes, o por la diferencia de su estructura y a quien representan se han frustrado posibles negociaciones. De hecho, en estos momentos, ninguna de las dos organizaciones quieren oír hablar de esta posibilidad.

Las Cámaras de Comercio representan el tercer gran grupo de presión empresarial

Pimec cuenta con 5.700 asociadas en Lleida y Coell se mueve con alrededor de otras 2.500

Coell forma parte en Catalunya de Fomento del Trabajo, y en España está representada por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Tanto en Catalunya como en el Estado, estas dos patronales representan a las grandes empresas. Por ello, podría parecer que en Lleida también lo son. Sin embargo, en la provincia las grandes compañías son la excepción y si solo tuviera este tipo de socias en su seno, los hipotéticos miembros se limitarían a una treintena. En este contexto, la Coell quiere quitarse lo que considera el sanbenito de ser la voz de las grandes empresas.

Pimec, por su parte, defiende que en su ADN está la representación de las micro, pequeñas y medinas empresas, es decir, que tiene prácticamente a todo el empresariado local como candidato a captar como socio. En su caso, tiene como organización “madre” Pimec de Catalunya, de la que se puede decir que tiene un acento leridano de la mano de su presidente, Josep Gonzàlez, natural de Llimiana.

Su forma de organizarse también tiene peculiaridades diferentes. Pimec, con prácticamente un cuarto de siglo de existencia, cuenta con tres grandes patas: la destinada a las micro, pequeñas y medianas empresas, Pimec Autónomos y la Fundació Pimec, que califica como el “corazón” de la patronal. La Coell, a punto de cumplir 40 años de vida, apuesta por la organización vía cuatro grandes federaciones (Federación de Gremios de la Construcción, Asociación de Instaladores de Servicios para la Construcción, Asociación Empresarial de la Madera y Federación de Empresas Sin Agrupación Sectorial). En su caso, también tiene una organización propia destinada a atender a los autónomos, un colectivo que hasta hace pocos años se podía considerar “huérfano” de organización pero que cada vez va ganando más voz, porque su peso económico es indiscutible. De hecho, en Lleida más de la mitad de los negocios no tienen asalariados.

Estas son las dos grandes patronales de Lleida, pero no las únicas, porque las organizaciones agrarias, por poner un ejemplo, también lo son y se sientan en la mesa como tales a la hora de negociar el convenio del campo.

Además, en la representación empresarial o al menos como organización que es un lobby o grupo de presión, no hay que olvidar a las Cámaras de Comercio. Aún están asimilando los cambios forzados por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que las mantiene como corporación de derecho público, con obligaciones, pero sin la posibilidad de una financiación garantizada al haber desaparecido el llamado recurso cameral, que debían pagar todos los negocios en función del Impuesto de Actividades Económicas o el Impuesto de Sociedades.

La provincia de Lleida apenas tiene una treintena de grandes empresas El tejido empresarial de Lleida está basado en los autónomos y las micro, pequeñas y medianas empresas. De hecho, apenas hay una treintena de compañías en la provincia que podamos considerar que no entran en la denominación de pymes, porque sus plantillas superan los 250 trabajadores. Prácticamente el 55% de los negocios de Lleida no tienen empleados y recaen en autónomos, en los llamados emprendedores, según se desprende del último informe del Instituto Nacional de Estadística.