El grupo Argal roza los 319 millones en facturación tras crecer un 4,5%

El grupo Argal ha cerrado el ejercicio de 2017 con un significativo repunte de sus ventas, que rozaron los 319 millones de euros, una cifra que representa un incremento del 4,5% con respecto a 2016. En el capítulo de beneficios, la firma, que cuenta con una de sus plantas estandarte ubicada en Miralcamp, se ha acercado a los cinco millones de euros, en concreto 4,87 millones. Esta cifra de resultados representa un descenso con respecto a 2016, pero hay que tener en cuenta que la industria cárnica en su conjunto tuvo que afrontar el pasado año unos precios de la materia prima, la carne de cerdo, especialmente elevados. Las elevadas cotizaciones favorecieron a la producción en detrimento de las industrias, que en muchos casos redujeron márgenes. Argal es uno de los grandes grupos cárnicos de todo el estado, entre otros junto con Vall Companys, holding leridano que en 2017 cerró su balance con una cifra de negocio de 1.646 millones y unos beneficios de 107,81. Argal ha crecido en los últimos años tanto por su potencial propio como gracias a operaciones de adquisiciones. Por ejemplo, en 2014 se hizo con Embotits Monells y dos años más tarde tomó el control de Just Gourmet a través del 51% del capital. La última gran operación tuvo lugar el pasado año, cuando Argal se hizo con el 100% de Olea Natural Foods, la compañía que creó al 50% en 2009 con la empresa griega Creta Farms. El grupo cuenta, además de en el Pla d’Urgell, con plantas de producción en Aragón, Extremadura y Navarra y apuesta por la inversión en sus instalaciones. Tiene además filiales internacionales en países como Francia, Portugal, Alemania y Holanda. Los últimos datos públicos de la compañía sitúan la plantilla en Lleida en torno a los 450 trabajadores, lo que la coloca como la más grande del grupo seguida de la de Navarra, con unos 150 empleados. El año pasado invirtió 12 millones de euros en la ampliación de sus plantas de producción y en sus secaderos de jamones y las previsiones apuntan a la inyección de una cifra similar este año. A finales del pasado año, la empresa cárnica trasladó su sede social de Miralcamp a Zaragoza. En ese momento se apuntó que con la medida pretendía “salvaguardar la seguridad jurídica y regulatoria de la compañía”, en un momento en el que algunas compañías de Catalunya hicieron movimientos similares.