Las matriculaciones de turismos registraron en la provincia de Lleida un volumen de 641 unidades en noviembre, lo que representa un descenso del 5,32% en comparación con el mismo mes del año anterior, y encadenan tres meses consecutivos en caídas. Sin embargo, en el acumulado de los diez primeros meses del año, las ventas siguen experimentando un crecimiento del 5,1%, hasta sumar 7.455 vehículos matriculados.
Por otro lado, los vehículos con motorización diésel continuaron por detrás de los de gasolina. Así, el mes pasado, el 59,7% de las entregas correspondió a modelos de gasolina (383), con un crecimiento del 21,2%, frente al 31,6% de los diésel (203), cuyas ventas se desplomaron un 36,76%, y al 8,58% de los vehículos híbridos y eléctricos, que experimentaron un crecimiento del 37,5%. En el acumulado del año, el 53,8% de los turismos tenía un motor de gasolina, con un crecimiento del 36,38%, frente al 38,9% de los modelos diésel, que experimentan un descenso del 21,41%. Los híbridos y eléctricos coparon el 7,3% de las entregas, acumulando un aumento del 17,75%.
A nivel estatal, las ventas se resintieron en noviembre un 12,6%. Entre enero y noviembre, l mejoraron un 8%, hasta 1,22 millones de unidades. Las patronales de la automoción recalcan que la caída de la demanda corresponde a la corrección del adelanto de las compras que se vivió en verano por el efecto de la entrada en vigor del WLTP, así como a la “incertidumbre” que se vive el mercado sobre cómo se desarrollará el sector y la economía. “Los consumidores están retrasando su decisión de compra a la espera de que se aclare el entorno de posible desaceleración económica y a las restricciones a los automóviles de combustión”, añadieron.