“La gran empresa antes fue pyme”

Los empresarios de Lleida mostraron en sus preguntas al Program Manager de BBVA Data & Analytics, Josep Amorós, su interés por conocer cuáles pueden ser las claves de éxito en un futuro marcado en buena medida por el Big Data, los grandes volúmenes de datos que, además, se renuevan a un ritmo vertiginoso el Blockchain, que sirve de base tecnológica por ejemplo para el bitcoin. El especialista de la entidad financiera quiso dejar claro que las oportunidades en un mundo cada vez más tecnológico no solo son para compañías de grandes dimensiones. Fue muy claro al recordar que “todas las grandes empresas antes han sido pequeñas y medianas, han sido pymes”. Así lo explicó en un coloquio con cerca de un centenar de empresarios, que estuvo moderado por el Josep Maria Sanuy por parte del Grup SEGRE.

Está claro que están capacitadas para afrontar la digitalización. Todas las grandes empresas antes han sido pequeñas y medianas, han sido pymes. Las compañías, independientemente de su tamaño pueden afrontar este reto. Han de ser humildes, afrontar una fase de aprendizaje e intentar evolucionar para poder aprovechar todas las oportunidades que ofrece la digitalización a los agentes económicos. En esta línea, diré que las empresas han de intentar evolucionar y adaptarse a los retos que se presentan, algo a lo que están acostumbrados los empresarios, los emprendedores. A veces, ser el segundo en algo, como puede ser la incorporación de una novedad, no tiene por qué ser negativo. Ser el segundo, no ser el primero, puede resultar más económico, entre otras cosas porque tienes un referente en el que fijarte.

A día de hoy tengo que decir que no. Está claro que las grandes decisiones del negocio siguen estando en manos del empresario, del emprendedor, que debe saber interpretar y utilizar los datos. Pero otra cosa puede ser con el Blockchain. Hay un proyecto con el objetivo de poder llegar a gestionar una empresa gracias a un Blockchain. Con todo, también tengo que reconocer que una gestión automática, sin la intervención de la mano, de la inteligencia humana, hoy es ciencia-ficción. No sabemos cuándo puede llegar a ser una realidad viable.

La situación no es homogénea y hay diferencias muy significativas en el ritmo de utilización o aprovechamiento de la tecnología Blockchain. Un ejemplo de país que se encuentra muy avanzado es Estonia en el caso de la Administración electrónica y, de hecho, ya ha hecho pruebas de voto electrónico usando el Blockchain.

En la agricultura y la ganadería ya hay mucha tecnología aplicada a la producción y a la comercialización, y también queda mucha por utilizar. Ya tenemos en el mercado maquinaria que cuenta con sensores que les permiten optimizar las rutas, por ejemplo, a la hora de hacer las labores de labranza de las fincas. También está al orden del día la utilización de drones para recopilar información sobre la situación del terreno para que el productor pueda tomar las decisiones óptimas de riego o de abono, por citar algunos trabajos. Incluso ya tenemos experiencias de robots capaces de recolectar cultivos. Tengo constancia de que en Argentina existen explotaciones agrícolas formadas por grandes extensiones de terreno en las que se envían al espacio satélites de baja órbita y coste. Es una tecnología capaz de tomar imágenes, aplicar la inteligencia artificial, de analizar gran cantidad de datos y ofrecer al propietario información de gran valor sobre la situación del terreno que le abra la puerta a tomar las decisiones adecuadas en todo momento con una posibilidad de acierto bastante grande. En el mundo de la agricultura he visto inversiones bastante importantes, en concreto la semana pasada de cien millones por parte de una empresa de Berlín, llamada Vertical Farm, que tiene granjas verticales hidropónicas, que es mucho más eficiente en los consumos. Hacen crecer sus productos en las ciudades o cerca de ellas con unas naves relativamente pequeñas, porque son como he dicho muy eficientes. En pisos pueden tener producciones muy altas. Sobre todo ahorran dado que sus productos los distribuyen en proximidad. No han de enviar su producción a centenares o miles de kilómetros de distancia. Es para abastecer la población cercana. He visto una inversión con este mismo concepto hace un par de meses en Rusia y en Estados Unidos hay varias.

No entro aquí, en futurología. Sin duda se hará más eficiente y el negocio seguro que cambiará.

Hasta donde yo sé, es local, cada país lo regula. Por ejemplo, el Nasdaq, el índice estadounidense de intercambio de acciones de empresas tecnológicas tiene una derivada. En general, se está discutiendo cómo regularlo. Se está discutiendo sobre el bitcoin. Es ilegal emitir dinero y por eso cuando se creó el Blockchain en 2009 el autor lo hizo de forma anónima. Se dice que fue Satoshi Nakamoto, pero no se sabe ni si es una persona o varias. Tuvo que ser anónimo porque estaba creando algo parecido a dinero y eso no se puede hacer, está regulado. Sin duda, ahora mismo estamos en la infancia y aún no está bien regulado y se están creando leyes a nivel local y europeo.

Sí, conozco algunos con áreas especializadas.

Yo creo que no. El dinero que yo tengo en mi cartera físicamente, si lo pierdo, ya no es mío, lo he perdido. Si estamos hablando de dinero virtual, del estilo de criptomonedas, se asimila mucho al dinero metálico, al dinero físico, y con el dinero físico no tienes garantías y si lo pierdes, lo pierdes. Con este dinero virtual, si lo pierdes no tienes un fondo de garantía, en el caso del Blockchain, eso seguro. En el futuro no sé qué pasará. Yo creo que sería interesante que existiera.

Sí, por ejemplo, a nivel estatal de España, hay un Blockchain público-privado que se llama Alastria. En este sentido, España no está en la cola, mientras Japón, por ejemplo, es un país que trabaja mucho con Blockchain para pagar nóminas, por ejemplo. Es un país donde están muy aceptadas las criptomonedas, como también de Corea. En China ha habido regulación últimamente.