UGT critica el 'catastrofismo' y pide 'mensajes positivos' en la economía

No caer en el “catastrofismo”. Este fue el mensaje que lanzó el secretario general de la UGT en Catalunya, Camil Ros, en la clausura del encuentro anual de Avalot, la organización juvenil del sindicato, que se celebró ayer en el albergue Sant Anastasi de Lleida. De este modo, Ros criticó las palabras de la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, que el viernes, tras el Consejo de Ministros, admitió que la ralentización económica es mayor de la esperada, aunque añadió que no hay signos de “vulnerabilidad”. Al hilo de esto, Ros instó a los políticos a lanzar “mensajes positivos” sobre la economía porque, a pesar de los riesgos derivados de las dudas alrededor del Brexit o de la guerra comercial, lo contrario, contribuirán a “frenarla”. “Y es que el primer indicador de si hay recisión o no es psicológico, no es real”, sostuvo el líder ugetista catalán. Así las cosas, urgió al futuro Gobierno central a sacar adelante unos presupuestos después de las elecciones generales de noviembre y también pidió que Catalunya tenga cuentas.

Asimismo, denunció que “algunos” se aprovechan de unos supuestos indicadores de recesión para decir que todavía no es el momento de recuperar y avanzar en derechos sociales y laborales. A este respecto, Ros puso como ejemplo el caso de General Cable, que ha anunciado un expediente de regulación de empleo para cerrar sus dos plantas en Catalunya y despedir a los 600 trabajadores. “Han aprovechado el clima de recesión para dar este paso porque piensan que así habrá menos conflicto, y que sepan que no será así”, señaló.

Ros urge a preparar los presupuestos para el año que viene e insiste en derogar la reforma laboral

Por otro lado, el líder sindicalista también defendió que sin unas “pensiones dignas” no se podrá mantener el “equilibrio social”. “Uno de los equilibrios básicos de una sociedad moderna, del bienestar y europea es el sistema público de pensiones”, manifestó. A su vez, criticó que se invite a los trabajadores a suscribir planes de pensiones privados porque “cómo una persona que cobra 900 o 1.000 euros al mes se puede pagar uno si con su sueldo difícilmente llega a fin de mes”. Con todo, explicó que, si el dinero para financiar las pensiones públicas no sale de la Seguridad Social, “tendrá que salir de otros elementos”. Al hilo de esto, Ros insistió en la necesidad de acabar con la reforma laboral del PP que, a su entender, ha contribuido a que los ingresos de la Seguridad Social se desplomen y pongan en jaque el futuro de las pensiones públicas.