Los leridanos que carecen de sucursal de un banco en su municipio superan ya los 40.000

El mapa bancario y la política de cierre de oficinas supone ya que 40.351 leridanos carezcan de una sucursal en 132 municipios de la provincia. Así consta en un reciente informe del sindicato Fine con datos del sector financiero de marzo del año pasado, que cruza con el padrón de 2018.

Este informe pone de manifiesto que este fenómeno va en aumento. El estudio refleja que en 2008 en Lleida eran 118 los municipios sin sucursales. Estamos hablando del momento en el que estalla la última gran crisis y que supuso un verdadero terremoto en el plano financiero.

Un estudio prevé que el número de habitantes sin sucursal en su municipio se doblará en 2025

Buena parte de las cajas de ahorro, salvo excepciones como las de La Caixa, Ibercaja o las vascas, acabaron fusionándose para, en muchos casos terminar en manos de bancos grandes ante unos problemas de solvencia en pleno estallido de la burbuja inmobiliaria. En 2012, ya eran 124 los municipios sin sucursales, para pasar a 130 en 2016, según Fine. Los últimos datos de IvieLAB, el Laboratorio de Análisis y Evaluación de Políticas Públicas, ya elevó la cifra a 131 y Fine remarca que en 2019 representaban los 132 citados.

Es decir, que desde 2008, el número de poblaciones que han perdido el servicio de entidades financieras en forma de oficina se ha disparado en Lleida. Si analizamos por número de habitantes, estamos hablando de que en 2008 eran 35.154 leridanos y a lo largo del período se han incorporado 5.197 a este triste grupo. En términos relativos, estamos hablando de un incremento del 14,8 por ciento.

A la hora de comparar la situación de las comarcas leridanas con la media estatal se aprecian grandes diferencias. Por ejemplo, en el territorio de Ponent se triplica el porcentaje de habitantes sin sucursales en sus localidades porque hablamos de un 9,3% frente a un 2,8%. si se analizan municipios, los “huerfanos” de bancos son un 57,1% en Lleida por un 51,6% en España.

El presidente de Federación FINE, Luis José Rodríguez Alfayate, subraya que “el proceso de concentración bancaria con el único objetivo de aumentar rentabilidad a costa de despedir trabajadores está generando una auténtica desertización bancaria, primer paso de la exclusión financiera y de la España vaciada”.

lleida

Las entidades financieras han cerrado la mitad de las sucursales en la provincia de Lleida en los últimos once años. La red ha pasado de las 592 oficinas que tenían abiertas las cajas de ahorro y los bancos a mediados de 2008 a las apenas 305 de junio pasado. Como ha publicado SEGRE, la información oficial del Banco de España confirma el cambio radical del mapa de los establecimientos financieros en la provincia.

En buena parte, los cambios también se deben a la política de la banca, que apuesta por la digitalización y que sus clientes utilicen cada vez más internet o el móvil para operar. Cierran pequeñas sucursales y abren oficinas más grandes que, en muchos casos no tienen servicio de cajero, solo los automáticos, potenciando otros servicios. En Lleida, el proceso de cierres, pese a que ha ralentizado su ritmo, no ha parado. Por ejemplo, entre junio del año pasado y el mismo mes de este 2019 se han cerrado 25 oficinas, seis de ellas en el último trimestre.

En el conjunto del Estado, las entidades de depósito han cerrado 553 sucursales en el último trimestre, hasta situar el total de la red en 24.855, según el Banco de España.

Los expertos apuntan a que este fenómeno está aún lejos de haber terminado. Un informe del Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía calcula que en 2025 el número de personas sin sucursales en su localidad se doblará con respecto a 2019.

Acusan a las grandes entidades de “desertización” bancaria El II Estudio Empleo Postcrisis en la Banca Española, elaborado por Federación FINE concluye que los bancos cierran oficinas para poder despedir empleados de manera masiva, generando una auténtica desertización financiera sobre todo en los núcleos rurales y contribuyendo, por tanto, a la España vaciada.