El crudo se desploma por el coronavirus y la guerra de precios entre Arabia Saudí y Rusia

Los efectos sobre la economía de la epidemia de coronavirus provocaron ayer que los precios del petróleo se desplomaran alrededor de un 20% aunque llegó a caer un más de un 30%, siendo la mayor caída desde 1991. Una bajada a la que contribuyó también la decisión de Arabia Saudí de reducir los precios y establecer planes para un aumento drástico de la producción de crudo en el mes de abril. Así, en la apertura de los mercados, el precio del crudo de calidad Brent, el más usado en Europa, llegó a caer un 31,5% hasta llaegar a los 31,02 dólares por barril. Esa es la mayor caída porcentual desde enero de 1991, al comienzo de la primera Guerra del Golfo. Finalmente, el Brent acabó ayer su cotización en los 34 dólares por barril, el nivel más bajo desde 2016. El precio actual de 34 dólares también es la mitad del que tenía el barril de Brent al inicio de este año y similar al que tenía en 2008, tras estallar la crisis económica. Por su parte, la cotización del West Texas Intermediate (WTI) descendió un 27,4% dejando a 30 dólares el barril.

Los precios han caído hasta un tercio después de que Arabia Saudí iniciara una guerra de precios con Rusia al oponerse ésta a los nuevos recortes de la producción propuestos por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) para estabilizar los mercados petroleros afectados por la preocupación por el coronavirus.

Las importaciones de crudo a España han caído en enero un 15,2% hasta los 5 millones de toneladas

Todas las plazas europeas y asiáticas experimentaron fuertes retrocesos con grandes pérdidas

El país árabe planea aumentar la producción de crudo por encima de los 10 millones barriles por día en abril ya que el actual acuerdo de suministro entre la Opep y Rusia, conocida como Opep+, expira a finales de mes. Su desintegración pone fin a más de 3 años de cooperación en el mercado. Arabia Saudí, Rusia y otros grandes productores pugnaron por última vez por una cuota de mercado entre 2014 y 2016 para tratar de exprimir la producción de EEUU, ahora posicionado como el mayor productor de crudo del mundo ya que el petróleo de esquisto, de más difícil extracción y más caro, duplicó su producción en la última década.

Mientras, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el impacto causado por el coronavirus sobre el crudo provocará la primera caída anual de la demanda global en 2020 desde la recesión en 2009.

En España, las importaciones de crudo en enero alcanzaron solo los 5 millones de toneladas, un 15,2% menos con respecto al mismo mes de 2019, según la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).

Desde el jueves hasta hoy martes el precio del combustible les ha comportado un descenso de un 2,43%.

El índice de referencia del mercado estatal, el Ibex 35, registró su mayor bajada desde el referéndum del Brexit en el Reino Unido en junio de 2016 (ese día perdió el 12,35 por ciento) con un retroceso de 666,9 puntos en esta jornada, el 7,96 por ciento, hasta 7.708,7 puntos, también nivel de junio de 2016. En lo que va de año 2020, el selectivo español se deprecia el 19,27 por ciento.

Por su parte, en Europa los mercados concluyeron con pérdidas superiores o similares: el de Milán bajó el 11,17 por ciento; París el 8,39 por ciento; Fráncfort el 7,94 por ciento y Londres el 7,69 por ciento.

Además, las plazas del sudeste asiático cedían entre el 6 y el 8 por ciento, mientras que el de Hong Kong perdía el 4,23 por ciento y el CSI 300 chino el 3,42 por ciento.

Los principales índices bursátiles de Estados Unidos suavizaron sus caídas después de suspender la cotización durante 15 minutos tras la apertura por la elevada volatilidad del mercado, que registró caídas superiores al 7 por ciento, algo que no había ocurrido desde 2008, en plena crisis financiera. De este modo contuvo las fuertes pérdidas pero seguía con importantes recortes en su principal indicador, el Dow Jones, con una caída de más de 1.600 puntos.