Proponen retrasar la edad de jubilación y cotizar más años

El gasto en pensiones podría suponer el 16,1% del PIB dentro de treinta años si la crisis sanitaria desatada por el coronavirus se prolonga en el tiempo y, como consecuencia, la llegada de migrantes al Estado español se reduce a la mitad. Esta es la conclusión a la que ha llegado la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) en un documento técnico presentado ayer por su presidenta, Cristina Herrero. En el mejor de los escenarios, no obstante, con el virus bajo control en un periodo corto de tiempo y sin una reducción tan drástica de llegada de extranjeros, el gasto en pensiones en 2050 será del 14,2% del PIB. En la actualidad, se sitúa en el 10,9% del PIB. Ante este escenario, y de cara a garantizar la sostenibilidad a largo plazo del sistema público de pensiones, Herrero abogó por aumentar la edad de jubilación. En este sentido, apuntó que, si se retrasa la jubilación efectiva a los 66 años, el ahorro para las arcas públicas podría ser del 1,4% del PIB y el gasto en pensiones a mediados de siglo sería del el gasto en pensiones en el 12,8% del PIB . Asimismo, apostó por extender el periodo de cotización, de 25 a 35 años con idéntico fin. Y es que, con un escenario tan “incierto” como el actual, Herrero instó a los partidos a ponerse de acuerdo en el Pacto de Toledo para aportar certeza al futuro de las pensiones en España.

En otro orden de cosas, el Gobierno central y las principales organizaciones de autónomos alcanzaron ayer un preacuerdo para prorrogar las ayudas para este colectivo y la prestación por cese de actividad hasta el 31 de enero, medida que será ratificada hoy por el Consejo de Ministros. “Hemos conseguido que prácticamente no se deje a nadie atrás”, aplaudió Lorenzo Amor, presidente de ATA. En paralelo, La Moncloa y los sindicatos llegaron a un preacuerdo para extender los expedientes de regulación transitoria del empleo (ERTE) más allá de mañana, aunque la patronal manifestó sus recelos a adherirse al documento.