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El comercio elogia poder abrir los sábados pero pide más ayudas

Pimec desconvoca la protesta prevista para mañana|| La Fecom espera que las tiendas recuperen clientes con el levantamiento del confinamiento comarcal

El Eix Comercial de la ciudad de Lleida, ayer por la tarde.

El Eix Comercial de la ciudad de Lleida, ayer por la tarde.MAGDALENA ALTISENT

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Las patronales del comercio expresaron ayer su satisfacción por la decisión del Procicat de permitir de nuevo la apertura de las tiendas no esenciales los fines de semana y también del levantamiento del confinamiento comarcal, aunque sea con condiciones. La presidenta de la Federación de Comercio de Lleida (Fecom), Maria Rosa Eritja, afirmó que “estamos muy contentos de poder abrir” y destacó también que sin el confinamiento podrán recuperar clientes que hasta ahora no podían desplazarse entre comarcas.

Recordó que el conseller Ramon Tremosa ya les avanzó que posiblemente relajarían la medidas a partir del lunes día 15 e instó a la ciudadanía a “tener conocimiento y cumplir bien las normas”. .

Por su parte, Pimec Comerç desconvocó la apertura simbólica de tiendas que había convocado para mañana como protesta por no poder abrir los sábados. “Pedíamos abrir el comercio no esencial y nos han dado más oxígeno”, indicó su presidente, Manel Llaràs, aunque remarcó que están solo “moderadamente” satisfechos porque creen que “los establecimientos de más de 800 metros cuadrados deberían poder abrir con normalidad en Lleida el fin de semana con el límite de aforo”.

Además, consideró que “se podría haber abierto más la hostelería” y dijo que apoyarán las posibles acciones que organice el sector. También elogió que se pueda recuperar movilidad aunque sea “con limitaciones estrambóticas”, porque “es muy necesaria sobre todo para ciertas comarcas”.

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De todos modos, ambas patronales reclaman más ayudas para el sector. “Queda mucho por trabajar.

Con las ayudas que dan no cubrimos ni el 10% los gasto de los comercios, no ya de la facturación perdida”, destacó Llaràs. Pimec cifra en unos 80 millones las pérdidas en Lleida solo por el cierre de los sábados desde enero.

“A los pequeños empresarios nos dicen a la cara desde hace un año que nos tenemos que arruinar por el bien del país. Hay casos dramáticos.

La primera solución que nos dieron fue que nos endeudáramos y después ha sido una agonía. Hay gente ya sentenciada porque no podrá remontar, la mochila que arrastra tiene demasiado peso”, señaló Llaras.

Eritja, por su parte, ve imprescindible que lleguen “las ayudas de Madrid, para pasar de lo gravísimo a estar medianamente bien”..

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