El obispo deja en manos de "los técnicos y del pueblo" la decisión sobre la estatua de la iglesia de Benavent

El obispo de Lleida, Salvador Giménez Valls, ha visitado esta mañana Benavent de Segrià, donde ha presidido una misa y una reunión con la comunidad parroquial, en plena polémica por la instalación de una estatua de Sant Joan en la iglesia de la localidad, dedicada a este santo. A preguntas de un feligrés en la reunión tras la misa, Giménez Valls ha asegurado que la decisión sobre la estatua –que fue encargada e instalada sin permiso– corresponde "al consejo parroquial y al mossén y al tratarse de una cuestión artística también los técnicos deben tener algo a decir". "Cada uno tiene su responsabilidad y yo no puedo eludir la mía, pero para mí es más importante estar unidos en la caridad de Cristo", ha añadido. Luego, a preguntas de periodistas, el obispo, que no quería abundar en la cuestión, se ha limitado a señalar que no sabe qué pasará con la estatua, pero que se hará "lo que digan los técnicos y la gente del pueblo".

Entre los feligreses y demás vecinos de Benavent, hay división de opiniones y voluntad de dar por cerrada la polémica, aunque la mayoría creen que una vez instalada es mejor no retirarla. "Creo que ha estado muy acertado el obispo, no quiere problemas que es lo que interesa, que haya paz. Yo soy partidaria de lo que diga el pueblo y la iglesia, pero creo que la estatua es un detalle muy bonito para el pueblo", opina Marina. "La gente está muy dividida, también en el consejo parroquial. A mí no me gusta, no me parece seria. Tendrían que haberlo preguntado antes al obispado", ha señalado otra feligresa. "A mí me parece que queda bien, aunque evidentemente se ve actual y no de la época de la iglesia. Era un espacio muerto que siempre había pensado qué debia ir antes ahí. Para mí está bien", ha explicado Josep, otro vecino. "Creo que si ya está instalada ya está bien, aunque podría ser más bonita, pero hay que hacer las cosas mejor, siguiendo el protocolo", ha añadido otro vecino de Benavent. "Lo iremos hablando con el obispo, pero creemos que es una polémica cerrada. Benavent está muy tranquilo y acaba siendo una cuestión entre la gente y la parroquia en la que como ayuntamiento no tenemos nada a decir. Pienso que ya no se retirará", ha afirmado el alcalde, Manel Català.