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Los PRECEDENTES
El año 1936, durante la
Guerra Civil Española y promovido por un ambiente anticlerical, se incendia y se arrasa todo lo que se encuentra dentro del monasterio de la población de
Vilanova de Sixena, en Aragón. Estos ataques al cisterciense
Real Monasterio de Santa Maria de Sixena, construido en el siglo XII, afectaron a todo el conjunto monástico y muchas obras fueron destruidas o saqueadas. Las tumbas de los reyes de Aragón, también en el monasterio, tuvieron la misma suerte y fueron profanadas.
¿Se perdió todo? No, algunos murales de la
Sala capitular se pudieron recuperar de la crema y se trasladaron a Cataluña para salvaguardarlos. Se encargó de ello una expedición catalana liderada por
Josep Gudiol.
Igualmente, muchas obras de arte y varias piezas y elementos litúrgicos de alto valor artístico e histórico se recuperaron. Para evitar más daños, se decide trasladar las piezas a Lleida. Recordamos que en aquel momento el monasterio de Sixena se encontraba dentro de la diócesis de Lleida.
Alrededor de 1970 las monjas que quedaban a Sixena cerraron el monasterio y se alojaron en
Valldoreix.
Unos años después, entre 1983 y 1994, la Generalitat de Catalunya, que recordamos que todavía guarda las obras, decide comprarlas a las monjas del monasterio de Sixena. Entre las obras hay cajas sepulcrales, joyas, tallas de madera y otros objetos de ajuares litúrgicos y domésticos. Durante estos años las piezas se reparten entre el
Museu Nacional d'Art de Catalunya (Barcelona) y el
Museu de Lleida diocesano y comarcal. Los últimos años, entre 1992 y en 1994, el MNAC acaba comprando relicarios y pequeñas pequeñas a las monjas residentes en Valldoreix.
LA CLAVE DEL CONFLICTO
Antes de todo lo que os acabamos de explicar, el año 1923, el monasterio de Sixena es declarado Monumento Nacional dentro del régimen de protección del Patrimonio Histórico. Como este régimen tiene diferentes niveles de protección, en Sixena se protege el edificio, no las obras.
Esta interpretación es la que hoy genera todo el conflicto.
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El 10 de novembre del 2007 encara i restavan monjas a SIGENA, ivaig visitar el Monestir per la amabilidad de una monja, que me va explicar que el any 1936 els milicians habían intentat cremar la Nau central tot introduïnt un gegantesc arbre ences.No entro en polémicas.
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