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ENTREVISTA

Raül Romeva: «Un país con la memoria sucia no es viable»

Romeva, el pasado viernes en el Pallars.

Romeva, el pasado viernes en el Pallars.

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El Govern llevará a cabo este año 42 actuaciones en fosas de Catalunya, una docena en Ponent. Así lo contempla el plan que presentó el viernes el conseller Raül Romeva en Figuerola d’Orcau y que supone el programa más ambicioso que se ha hecho en Catalunya para recuperar la memoria histórica. El titular del departamento de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia reconoce en una entrevista con SEGRE que llega demasiado tarde, pero que ello y la dificultad que comporta el plan no serán un impedimento.

El plan de fosas que ha presentado esta semana en el Pallars prevé más actuaciones este año que en la última década, pero usted dice que llega tarde.

Es evidente que llega tarde, hace 80 años que acabó la guerra y 40 la dictadura, pero lo inconcebible es que no se haya hecho antes, esa es la cuestión preocupante. Hay una deuda histórica, política y social con las víctimas y hay que revertirlo. Esa es nuestra voluntad política y a partir de estas acciones queremos empezar a construir.

¿Es un programa pionero?

Es el primer plan que se hace en España de estas características. Sí que se han llevado a cabo actuaciones específicas, pero no como programa conjunto, por eso es pionero.

¿Por qué es tan importante recuperar la memoria histórica y dedicar una parte del presupuesto a ello?

Porque uno no puede construir un nuevo país a partir de memoria sucia, hay que limpiarla y mirar hacia delante. Es imprescindible. No tiene nada que ver con el pasado, sino con el presente, con la construcción de una sociedad cohesionada. La memoria tiene que servir para construir, mientras que la desmemoria solo hace avanzar a la sociedad por caminos peligrosos y direcciones equivocadas.

¿Pero son conscientes de que será complicado?

Estamos hablando de centenares de miles de personas y en muchos casos no será posible, muchos ya no tienen familiares y la identificación será muy complicada. Han pasado muchos años y la dificultad técnica es enorme. Por eso hablamos de modestia, pero hace falta hacerlo. Llega tarde, sí, es complejo, sí, pero hay que hacerlo. La dificultad no será en ningún caso excusa para no hacer una cosa que se tendría que haber hecho hace mucho tiempo.

Y muchos familiares de estas víctimas ya empiezan a ser mayores y duele que puedan morir sin saber qué ocurrió con sus seres queridos.

Eso es. Como mínimo que puedan saber dónde están sus familiares. Es un tema de dignidad, de respeto y de justicia, que no la ha habido. Como país entendemos que esto es una prioridad. Somos uno de los países del mundo con más personas desaparecidas. En nuestro censo de desaparecidos hay 5.100 personas inscritas, algunos localizados y otros con indicios de dónde pueden estar. Este es el punto de partida que usamos para hacer nuestro trabajo.

Otro de los asuntos que trata su departamento es la cooperación, muy castigada en estos años de crisis económica. ¿Tiene previsto incrementar el presupuesto?

Otra de las prioridades es revertir una etapa de deterioro de la cooperación. El tejido asociativo de Catalunya es de una potencia descomunal y esta es una de las fortalezas como país y sociedad. Sin embargo, en los últimos años no se ha correspondido a nivel presupuestario. No es solo un problema de falta de recursos, sino de voluntad política.

Voluntad y recursos hay, por ejemplo, para acoger refugiados hay, ¿por qué no llegan entonces?

Quien tiene la potestad para gestionar la llegada de estas personas es el Estado. La situación de los refugiados tiene que hacer reflexionar a las instituciones europeas. Lo vimos en anteriores conflictos. Lo que es inadmisible es la parálisis actual por parte de los estados. Hay iniciativas que demuestran que es posible sin tener la capacidad legislativa. Cuando hay voluntad política, se pueden hacer muchas cosas y si se dispone de recursos, todavía más..

Hablemos de política. El presidente Puigdemont asegura que habrá referéndum y que será vinculante. ¿Lo ve realmente viable?

No hay alternativa, no hay otra opción diferente a esta que se pueda plantear sobre la mesa. Lo que no es viable es no hacerlo. La única forma de afrontarlo es apelar a que la gente se exprese. La opción prioritaria es un acuerdo con el Estado, pero si se obstinan en ni siquiera hablar, nosotros tenemos un mandato democrático que cumplir y que lo cumpliremos.

¿Y cómo cree que reaccionaría la comunidad internacional?

Al final, la sociedad y la comunidad internacional acaban reaccionando. Antes o después se acabará imponiendo el pragmatismo. Tiene que llegar un momento en que se acepte la realidad. Lo estamos intentando todo y es la falta de alternativa la que nos obliga a hacerlo de esta manera. Queremos que sea de forma escrupulosa y con todas las garantías. Esto es lo que explicamos en el exterior. Lo que está en juego a nivel internacional es la credibilidad de España, no que miles de personas quieran hacer un referéndum.

¿Qué opina de la petición de nueve años de inhabilitación de la Fiscalía para Homs por el 9N?

Es un ejemplo más del despropósito del Estado, que cree que por la vía judicial puede parar una demanda democrática. Si lo ven así es que no han entendido de qué va la cosa.

¿Se ha encontrado muchas dificultades para ejercer su cargo de ‘embajador’ de Catalunya?

Todas. Y no lo digo yo, lo dice con pelos y señales el propio exministro de Exteriores García Margallo, hablando de toda la estrategia para impedir el diálogo en el exterior. Nuestro trabajo lo hacemos a pesar de las dificultades y cada vez hay más conciencia fuera.

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