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INICIATIVAS MEMORIA HISTÓRICA

“Es muy duro no poder saber dónde está enterrado mi padre”

Mª Teresa, ayer, con Ivan (nieto del desaparecido), Estanislao Agulló (yerno) y Brígida Llovera (nuera).

Mª Teresa, ayer, con Ivan (nieto del desaparecido), Estanislao Agulló (yerno) y Brígida Llovera (nuera).

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Se llama Maria Teresa Josa, es de Menàrguens y tenía solo cuatro años cuando su padre, Ramon Josa, murió en la batalla del Ebro. De eso hace ya casi 80 años y nada sabe desde entonces de su paradero. “Es muy duro llevar toda una vida sin saber dónde está enterrado mi padre”, aseguró ayer a este diario. Lo hizo antes de que se presentara en Lleida, en la delegación del Govern, el programa de identificación genética de las personas desaparecidas durante la Guerra Civil y la dictadura franquista (ver desglose) y que permitirá cruzar datos de los familiares de estos fallecidos con los restos que se encuentren en las fosas. Maria Teresa se unirá a los más de 80 leridanos que ya han dejado una muestra de ADN en el banco que el Govern puso en marcha en octubre. “Lo único que hemos podido saber es que estaría enterrado en una fosa en La Fatarella y lo que queremos es que cuando la abran (es una de las actuaciones previstas para este año) puedan comparar los restos con mi ADN”, explicó Maria Teresa. Fue su hermano, Ramon, ya fallecido, quien removió cielo y tierra para encontrar a su padre, que murió con solo 30 años. El punto de partida fue un certificado que confirmaba su muerte en la batalla del Ebro cuando luchaba en el bando republicano. “A partir de ahí hizo una petición a la Generalitat, que preguntó a diferentes ayuntamientos e incluso al Valle de los Caídos, pero mi padre no aparecía por ningún lado. Hasta que se creó el memorial de La Fatarella”. Ahora, el programa de ADN de Catalunya es su última esperanza.

El Govern prevé empezar a abrir fosas en abrilEl Govern de la Generalitat tiene previsto empezar a abrir fosas de la Guerra Civil y la dictadura franquista a partir del próximo mes de abril. Así lo confirmó ayer la directora general de Relacions Institucionals, Carme Garcia, en la presentación en Lleida a particulares, entidades e instituciones del programa de identificación genética de desaparecidos durante el conflicto y la dictadura. “La licitación se hará en el mes de febrero y creemos que en el mes de abril podemos estar empezando a abrir fosas”, aseguró, refiriéndose así a la puesta en marcha del plan que el conseller Raül Romeva presentó la semana pasada en el Pallars y que prevé 42 actuaciones en toda Catalunya, doce de ellas en las comarcas leridanas. La apertura de estos lugares de entierro (actualmente hay contabilizados 380 en las cuatro provincias catalanas, pero próximamente se incrementarán en un centenar) permitirá tomar muestras de ADN de los restos que posteriormente se cruzarán con las de los familiares de los desaparecidos. El censo creado en Catalunya ya pasa de las 5.200 personas. “Llevamos un retraso impresionante, de 80 años, y no lo vamos a poder resolver en seis meses. Pero no pararemos hasta hacer la última prueba genética”, aseguró Garcia. Ya se han tomado 300 muestras, 80 en Lleida.

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