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La discapacidad se dispara

El número de personas en Ponent con algún tipo de disminución aumenta de más de 18.000 a casi 28.000 en menos de 15 años || El principal incremento, en personas con enfermedad mental

‘Flashmob’ de Aremi el pasado mes de octubre en la plaza Paeria para reclamar más ayuda a los afectados de parálisis cerebral.

‘Flashmob’ de Aremi el pasado mes de octubre en la plaza Paeria para reclamar más ayuda a los afectados de parálisis cerebral.

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Las comarcas leridanas cuentan actualmente con 27.999 habitantes que presentan algún tipo de discapacidad, ya sea física, intelectual, por enfermedad mental, visual o auditiva. Así consta en el registro del departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, que pone de manifiesto que este colectivo ha experimentado un considerable aumento en los últimos 15 años hasta casi duplicarse. Y es que en 2001 el número de vecinos de la provincia de Lleida con alguna disminución era de 18.410, lo que supone un 52% menos. El incremento se explica, fundamentalmente, por el mayor número de leridanos con una patología mental. “La crisis ha hecho que cada vez haya más personas con estas enfermedades. Perder el trabajo, estar mucho tiempo en el paro, quedarse sin ayudas o ser desahuciado acaba traduciéndose en depresiones o ansiedad”, explica Eva Barta, presidenta de la Associació Salut Mental Ponent. Concretamente, según la conselleria, un total de 5.131 leridanos tienen reconocida una discapacidad por enfermedad mental, más del doble que a principios del milenio, cuando eran poco más de dos mil. “También ahora se diagnostica más y la ley de Dependencia ha hecho que se pidan más certificados de discapacidad”, apunta Barta.

También hay muchos más leridanos que presentan una disminución física. Actualmente, según el registro de la conselleria, sobrepasan los 15.000, mientras que en 2001 no llegaban a 12.000. “Cada vez nos llegan más personas que han sufrido un ictus u otras enfermedades cerebrales. Sufren secuelas que les dejan algún tipo de discapacidad”, explica Bibiana Bendicho, presidenta de Aspid. Sin embargo, lo que han constatado es un descenso del número de personas que atienden tras haber sufrido un accidente de tráfico.

Un colectivo especialmente castigado por los recortes y el paroA pesar de su vulnerabilidad, el colectivo de las personas con discapacidad ha sido uno de los más castigados por las políticas de recortes en estos últimos años de crisis económica. Uno de sus principales caballos de batalla ha sido y es la ley de la Dependencia, que ha sufrido atrasos y ajustes en sus ayudas, tanto en el apartado de los servicios como en el de la prestación para los cuidadanos no profesionales. Pero uno de los capítulos que castiga especialmente a las personas con discapacidad es el del copago de los servicios, ya que han visto cómo la aportación a la que tienen que hacer frente ha ido aumentando en los últimos años, lo que les impide tener un proyecto de vida autónoma. Otra de sus reivindicaciones son las políticas inclusivas que les permitan mejorar su calidad de vida y las de inserción laboral, teniendo en cuenta que, según alertan la asociaciones, la tasa de paro entre las personas con discapacidad roza el 75% y durante la crisis económica se han suprimido numerosas ayudas para los Centros Especiales de Trabajo que aún no se han recuperado. Y es que según un informe del ministerio de Empleo, dos de cada tres discapacitados de las comarcas leridanas no tienen trabajo, lo que significa que casi diez mil personas que están en edad de trabajar no pueden hacerlo. Además, los que sí lo hacen, se enfrentan a contratos temporales y precarios. Este estudio también pone de manifiesto que el paro entre el colectivo ha aumentado el doble que entre la población en general con la crisis y que Lleida es la provincia catalana donde más ha subido y la segunda del Estado después de Soria. Además, los contratos firmados por este colectivo no representan ni el 1% del total de empleo creado. La mayoría es en el sector servicios e industria agroalimentaria, mientras que jóvenes y mayores de 45 años son los más perjudicados.

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