Las empresas de la industria, distribución y la hostelería empezaron a aplicar en Catalunya a partir de este lunes el nuevo impuesto autonómico que grava a las bebidas azucaradas envasadas. Con este tributo, que la Generalitat defiende por los efectos perjudiciales que tienen estas bebidas para la salud, se prevén recaudar este año unos 30 millones de euros.
La nueva medida impositiva prevé dos subidas: una de 0,08 céntimos por litro (si el producto tiene entre 5 y 8 gramos de azúcar por cada 100 mililitros) y una de hasta 0,12 céntimos por litro (en caso de que la cantidad de azúcar supere los 8 gramos por cada 100 mililitros), según recordó la Asociación de Empresas de Fabricantes y Distribuidores (AECOC). Así, una lata de refresco se encarece 4 céntimos, una botella de un litro de zumo, 12 céntimos, o un batido de 200 ml costará 2 céntimos más.
Los productos afectados por la ley son todos los refrescos o sodas, bebidas de néctar de frutas, bebidas deportivas, bebidas de té y café, bebidas energéticas, leches endulzadas, bebidas alternativas de la leche, batidos y bebidas de leche con zumo de fruta, bebidas vegetales y aguas con sabores.AECOC afirmó que algunas empresas de distribución se están preparando para informar a los consumidores en los establecimientos de venta de los nuevos precios. Por otra parte, el secretario de Hacienda, Lluís Salvadó, explicó este lunes que el Govern está estudiando un nuevo impuesto para otro tipo de productos con azúcar añadido, como la bollería industrial.