Lleida, ciudad cardioprotegida

La capital del Segrià cuenta con 43 desfibriladores en edificios públicos y en la calle para atender situaciones y emergencias cardiopulmores. Una herramienta fundamental que salva vidas defendida estos días en el congreso mundial de cardiólogos que se reúnen en la Fira de Barcelona, en L’Hospitalet de Llobregat. Al respecto, el ayuntamiento de Lleida informó ayer de que la plaza de la Paeria, Ricard Viñes y el exterior del Barris Nord y del Camp d’Esports son los puntos donde ha instalado cuatro aparatos electrónicos para que puedan ser utilizados en caso de ser necesarios.

Estos desfibriladores se suman a los que ya están distribuidos estratégicamente por la ciudad y ubicados en diferentes espacios municipales, con un total de 39 aparatos. Así, se encuentran en las entradas o recepciones de público como el edificio Pal·las, el Auditori Municipal Enric Granados, el Institut Municipal d’Ocupació o el Centre de Recursos Juvenils. También en espacios emblemáticos de la ciudad, como son la Seu Vella, el Arborètum o el parque de la Mitjana. La Paeria recordó que están disponibles desfibriladores portátiles que se pueden desplazar donde se desarrollen actos multitudinarios, como actos de la fiesta mayor o deportivos. El objetivo, según el consistorio, es que la ciudad sea un espacio más cardioprotegido y se salven vidas. En el conjunto de la provincia, el objetivo de la Diputación es que en 2018 todos los municipios leridanos tengan al menos un desfibrilador.

Mil leridanos fallecieron en 2011 por una afectación circulatoria, que se podría revertir con un desfibrilador

Solo el 25% que ha visto una muerte súbita ha hecho maniobras de reanimación pulmonar

Se estima que cada año hay unas 30.000 paradas cardíacas en el Estado, con una media de una cada 20 minutos. En 2015, los datos del INE sobre causas de defunciones constatan que más de mil leridanos fallecieron por afectación circulatoria. En el 90% de los casos se podrían haber revertido con una desfibrilación ventricular.

Los cardiólogos piden enseñar maniobras de reanimación en los colegios Un estudio del hospital Vall d’Hebron establece que solo el 25,3% de la población que ha presenciado una muerte súbita ha realizado maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). El informe, presentado ayer en el Congreso Europeo de Cardiología, que reúne a más de 31.000 profesionales (cuatro de ellos de Lleida), revela que la muerte súbita es un problema frecuente, ya que un 13,8% declaró haber presenciado alguna vez una muerte súbita. Ante esta realidad, los autores del estudio sugieren que se hagan programas de capacitación de RCP en las escuelas, lo que mejoraría el pronóstico de la muerte súbita. Las técnicas de reanimación son una herramienta de intervención precoz que debe unirse al uso del desfibrilador. En Lleida, las empresas Neosalus y Cardionlive han desarrollado una aplicación móvil para saber dónde están ubicados los desfibriladores en espacios públicos o privados.