Lluvia de piedras en la Seu Vella

Los paseantes que recorrían el jueves el camino de ronda que circunvala las murallas del Turó de la Seu Vella se encontraron bajo el baluarte de Louvigny con una sorpresa: una serie de piedras y fragmentos escultóricos, que fueron lanzados desde lo alto del antiguo depósito arqueológico de la Paeria, según confirmaron ayer los responsables del principal monumento de Lleida. Entre piedras y restos de ladrillos, destacaban por su tamaño un fragmento de columna de formato octogonal y otro de sillar con una cruz templaria. El director del Turó, Joan Baigol, lamentó ayer lo que a todas luces ha sido “una gamberrada” de uno o varios individuos que han accedido al espacio cerrado por una verja metálica que, hasta 2009, acogía restos arqueológicos procedentes de las diversas excavaciones impulsadas por la Paeria desde los años 80, y en especial los de la zona de la Suda-Castell del Rei. Desde hace más de ocho años, las piezas de valor histórico y artístico se conservan en el Arxiu Arqueològic de Lleida, un edificio en La Bordeta. Sin embargo, en esta zona aún se acumulan muchas piedras y fragmentos escultóricos, de menor valor. “Además de retirarlas del camino, avisaremos al servicio municipal de Arqueología para que vengan a examinarlas, aunque a primera vista no son piezas de valor histórico-artístico”, señaló Baigol. Eso sí, el responsable del Turó aseguró que “arreglaremos la verja metálica y cambiaremos el candado para evitar que otros puedan acceder a esta zona”. Un espacio ‘muerto’ del conjunto monumental, muy cerca de los ábsides de la Seu Vella, para el que, por ahora, no hay proyectos para un nuevo uso.