SEGRE

HISTORIA JORNADA

El Pirineo, cuna de la brujería

La primera ley europea sobre la caza de brujas se redactó el 1424 en Les Valls d’Àneu || El Ecomuseu acoge una jornada en la que se desvelan los resultados de una investigación en este ámbito

Imagen de grupo de los participantes en la jornada celebrada ayer en el Ecomuseu de Les Valls d’Àneu.

Imagen de grupo de los participantes en la jornada celebrada ayer en el Ecomuseu de Les Valls d’Àneu.ECOMUSEU DE LES VALLS D’ÀNEU

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El fenómeno de la caza de brujas de los siglos XV y XVI es ampliamente conocido en gran parte de Europa. Miles de personas, sobre todo mujeres, murieron en la horca tras ser condenadas por tribunales señoriales sin respetar ninguna garantía procesal. Lo que no es tan conocido es que los orígenes de esta caza de brujas están en el Pirineo. Es una de las conclusiones que se dieron a conocer ayer en el Ecomuseu de Les Valls d’Àneu, que acogió una jornada sobre la investigación sobre bujería en las tierras de Lleida y el Pirineo que está llevando a cabo la Xarxa de Museus de les Terres de Lleida i Aran y a la que asistieron unas 50 personas. Pau Castell, profesor de la UB originario de Tremp y especialista en brujería, recordó que la primera ley europea documentada contra la brujería se redactó en Les Valls d’Àneu en 1424. “En el Pirineo hallamos la aparición de los primeros juicios contra la brujería. Fue un fenómeno que después se extendió por toda Europa”, explicó. “Los tribunales hacían un uso abusivo de la tortura, que en muchas ocasiones acababa con confesiones autoinculpatorias. Más del 90% de las personas condenadas eran mujeres que terminaban colgadas y quemadas”, añadió. En cuanto al perfil, muchas de ellas se dedicaban a las prácticas medicinales, recetaban remedios caseros, hacían de comadronas, etc. y despertaban la sospecha de los vecinos o de la Iglesia. Según Castell, hay “centenares” de juicios documentados entre los siglos XV y XVII, 300 de ellos con nombres y apellidos. “En épocas de epidemias y mortaldad infantil, se disparaban las sospechas y acusaciones”, dijo. Castell, que también dirige la investigación, añadió que han encontrado “nuevos testimonios orales de personas de edad avanzada del llano de Lleida y del Pirineo que ponen de relieve vivencias en brujería durante la primera mitad de siglo XX. En total, la investigación incluye unas 70 entrevistas.

La jornada de ayer también contó, entre otros, con la participación de la antropóloga e historiadora Josefina Roma, que habló de la información histórica que esconden las leyendas, las canciones y la toponimia.

Recopilan material original que podrá verse en una exposición itinerante La investigación, que lleva por título Se’n parlave i n’hi havie, ha recogido mucho material oral y piezas originales y antiguas que podrán verse en una exposición a partir de finales de febrero de 2018. Según explicó Jordi Abella, director del Ecomuseu de Les Valls d’Àneu, la muestra se estrenará en Esterri y posteriormente itinerará por los diferentes espacios de la Xarxa de Museus de les Terres de Lleida i Aran. Entre otras piezas, podrán verse libros de oraciones, de hechizos o de exorcismos. Los investigadores también han encontrado una pata de tejón que, según explicó Abella, formaba parte de una especie de cinturón que se colocaba a los bebés para protegerles de los hechizos, aunque algunas familias también utilizaban este tipo de amuletos para salvaguardar sus casas. “El tema de la brujería despierta mucho interés y está muy presente en la memoria oral del Pirineo”, afirmó Abella. La jornada de ayer estuvo organizada por el Ecomuseu, el Museu Comarcal de la Segarra, el Museu Comarcal de l’Urgell y el departamento de Cultura, con la colaboración del Institut per al Desenvolupament i la Promoció de l’Alt Pirineu i Aran y la Xarxa de Museus.

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