Nochevieja también de trabajo

En familia o con amigos. En casa, en una cena de gala en un restaurante, en una casa rural o en un gran cotillón en una discoteca. La gran mayoría de los leridanos despedirán el año de fiesta, pero otros muchos, miles, lo harán trabajando. Bien porque el calendario y los turnos les han jugado una mala pasada y no han encontrado compañeros que se lo cambien, bien porque se han apuntado voluntarios. Y es que en una noche así algunos empleos, fundamentalmente del sector de la restauración, permiten obtener unos ingresos extra que en algunos casos incluso pueden llegar a duplicar el precio por hora trabajada. Así, estarán de servicio mossos d’esquadra y guardias urbanos (que refuerzan sus plantillas ante el previsible aumento de incidentes), bomberos y servicios sanitarios en ambulancias y hospitales. También personal de gasolineras, carreteras, grúas o taxistas y, por supuesto, cocineros, camareros, cantantes de orquesta y Dj dispuestos a hacer pasar a los leridanos una última noche de año inolvidable. Seguramente estos últimos podrán tomarse las uvas a medianoche, mientras que en el resto de profesiones seguramente será más complicado y despedir 2017 con las 12 campanadas a las doce en punto de la noche dependerá de un parto, un incendio o un accidente de última hora. Si eso pasa, son muchos los que optan por tomar las uvas después por aquello de la suerte y hacerlo a golpe de cacerola si fuera necesario. Y a ser posible, con algo especial de cena y acompañados del resto de compañeros de profesión que en una noche así se convierten en la familia.