Piden mejorar el contacto de las mujeres reclusas con sus hijos

Un estudio del Observatori Social i Econòmic de la Justícia, la Càtedra de la Universitat Autònoma de Barcelona y el Consell de l’Advocacia Catalana concluye que las condiciones de los contactos entre las mujeres reclusas y sus hijos no son las adecuadas. Los espacios para las comunicaciones o los vis a vis familiares y las largas esperas para estas visitas son las principales quejas de las reclusas, según el informe. Unas condiciones que para los responsables del informe se deben tener en cuenta ya que el 78% de las presas en Catalunya son madres. Entre las conclusiones también se recoge que la lejanía real del centro penitenciario respecto al lugar donde viven los hijos se tendría que tener en cuenta a la hora de imponer una medida alternativa a la cárcel. El estudio también pide velar por los derechos de los niños cuyas madres han sido condenadas, ya que presentan un mayor riesgo delictivo.

Las mujeres representan solo el 6,8% de la población reclusa en Catalunya. En la cárcel de Ponent, son el 6,7% de los internos, con 52 reclusas al cierre de 2017 frente a los 725 internos hombres. Además, el estudio denuncia que las cárceles están pensadas para un perfil de hombre y no para la población femenina con hijos. Otro dato que destaca la investigación es que el haber sufrido violencia tiene relación directa en el historial delictivo de las mujeres reclusas. Más del 80% de las presas en el Estado español han sufrido violencia antes de cometer un delito: el 68% ha sufrido violencia sexual; el 59%, violencia familiar y un 25%, han sido víctimas de abusos cuando eran menores de edad. Al respecto, el presidente del Consell de l’Advocacia Catalana, Julio J. Naveira, destacó que las cárceles que albergan a mujeres presentan “déficits evidentes” e insta a la administración a adoptar medidas para no convertir a los hijos de las presas “en víctimas del sistema”. Por su parte, la decana de la facultad de Derecho de la UAB, Esther Zapater, consideró que el sistema penitenciario “no tiene en cuenta la perspectiva de género” y que las mujeres necesitan “un entorno diferente” para su reinserción.