Lleida vuelve a ser cristiana

Los cristianos han vuelto a conquistar Lleida. Los Pallaresos, de la mano de la condesa Òria d’Entença, junto a los Urgellencs y Anglesola y con un ejército de “10.000 cristianos, se enfrentaron ayer contra 155 moros”, según exclamó la condesa, de las comparsas Musa, Banu-Hud y Al·leridis, encabezada por Saïda Zobeida, que perdió la batalla nocturna en el Pont Llevadís de la Seu Vella.

Las dos capitanas se enfrentaron en una batalla dialéctica llena de referencias a la situación política, con acusaciones mutuas de consultas populares sin garantías, de adoctrinar a la población con la fe cristiana o musulmana o de encarcelar adversarios por motivos ideológicos o religiosos, todo con un tono irónico y que hizo reír a los espectadores, aunque el momento que provocó más aplausos, fue cuando hicieron callar a un caballero cristiano y este respondió con la ya famosa frase del major Josep Lluís Trapero: “Bueno, pues muy bien pues adiós”. La de ayer fue la cuarta batalla, en las 23 ediciones de la fiesta de Moros y Cristianos, en que los líderes de ambos bandos son mujeres.

Más de 700 participantes, entre seis comparsas y seis bandas, desfilaron por la tarde por el Barri Antic

Por la tarde, antes de la gran contienda final, más de 700 participantes desfilaron desde la puerta del Lleó, bajaron por la calle Cavallers, pasaron por Blondel, avenida Madrid y llegaron a la Paeria. Centenares de personas estuvieron presentes para ver la gran desfilada y lo que más llamó la atención de todos, sobretodo de los pequeños, fueron los dromedarios. Participaron seis comparsas, tres moras y tres cristianas, y seis bandas: la Banda de Música Ciutat de Fraga, la Banda Simfònica Unió Musical de Lleida, la Ilerband, la Unión Musical San Diego de Lloc Nou d’en Fenollet y la Unió Musical Sinienca, además de la banda de Benicarló, que por la mañana ganó el concurso de bandas. El año que viene, los moros intentarán reconquistar su Medina Larida.