SEGRE

MEMORIA INICIATIVAS

La Vall Fosca, un museo al aire libre con 'Caçadors de mirades'

Las fachadas de las casas lucen retratos de vecinos de hace setenta años

La Casa Sastre, de Astell, con una de las fotografías captadas por el suizo Fritz Ritz.

La Casa Sastre, de Astell, con una de las fotografías captadas por el suizo Fritz Ritz.BONA PREMSA

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El Museu Hidroelèctric de Capdella ya ha comenzado a decorar las fachadas de los diecinueve pueblos de la Vall Fosca con algunos de los retratos de Caçadors de mirades, una muestra con fotografías de vecinos que vivieron en este territorio entre los años 1939 y 1965. En concreto, se trata de 172 retratos capturados por el suizo Fritz Ritz (1894-1968) y otros tantos por los fotógrafos Pere Piqué y Rafel Marsol que llegaron sin identificar al fondo documental de este museo, donde se conservan en placas de vidrio.

Según explicó la directora del Museu Hidroelèctric, Eva Perisé, con el objetivo de “preservar el patrimonio de nuestra gente” y poner nombre a los rostros de estos vecinos, la galería puso en marcha un ambicioso proyecto de investigación que hasta la fecha ha permitido identificar a más de 110 personas. Y es que, a partir de la publicación de estas imágenes y gracias a la colaboración ciudadana, los familiares y conocidos pudieron reconocer a gran parte de las ‘miradas’ que habitaban la Vall Fosca hace más de setenta años. Esta iniciativa recupera la memoria histórica de casi un 10 por ciento de la población de la Vall Fosca pues, según datos demográficos, La Torre de Capdella tenía más de 1.800 habitantes en la década de los años 40, que en 1960 habían descendido hasta 1.380.

Ritz era un apasionado de la naturaleza y la fotografía que editó diversas colecciones de postales sobre las centrales hidroeléctricas y su entorno. Entre los años 1920 y 1960 retrató tres generaciones de vallfosquins que hasta el momento se habían conservado en el anonimato. En este sentido, uno de los grandes misterios es por qué nunca entregó estos retratos a sus dueños, pues en aquella época la fotografía era un hecho excepcional y la mayoría de personas del Alt Pirineu solo podían hacerse tres o cuatro retratos al largo de su vida −la foto de bodas, alguna otra con la familia y la de las cartillas de racionamiento−. El Museu Hidroelèctric de Capdella pretende estudiar así el modo de vida de antaño y volver a poner en valor el romanticismo de los retratos.

Otra de las propuestas del museo es la segunda edición del concurso de microrrelatos, con escritos inspirados en esta zona pirenaica.

La Casa Sastre, de Astell, con una de las fotografías captadas por el suizo Fritz Ritz.

La Casa Sastre, de Astell, con una de las fotografías captadas por el suizo Fritz Ritz.BONA PREMSA

La Casa Sastre, de Astell, con una de las fotografías captadas por el suizo Fritz Ritz.

La Casa Sastre, de Astell, con una de las fotografías captadas por el suizo Fritz Ritz.BONA PREMSA

La Casa Sastre, de Astell, con una de las fotografías captadas por el suizo Fritz Ritz.

La Casa Sastre, de Astell, con una de las fotografías captadas por el suizo Fritz Ritz.BONA PREMSA

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