SEGRE

RELIGIÓN VELO ISLÁMICO

Mujeres “sin rostro” en pleno siglo XXI

Una entidad cifra en una treintena las musulmanas, buena parte conversas, que visten en Lleida el ‘niqab’, que solo muestra los ojos || Alertan del aumento de su uso y de su nula integración social

Una mujer musulmana, paseando la semana pasada por la avenida Blondel, cerca de la Paeria

Una mujer musulmana, paseando la semana pasada por la avenida Blondel, cerca de la Paeria.Lleonard Delshams

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No es la primera vez, pero no deja de sorprender ver pasear por las calles de Lleida, y más con temperaturas veraniegas por encima de los 35 grados, a mujeres musulmanas ataviadas con el niqab, una vestimenta que cubre todo el cuerpo a excepción de los ojos. Su uso sigue generando polémica y debate entre quienes lo consideran una expresión del machismo y la marginación de la mujer y quienes lo ven como una tradición religiosa. Según una asociación cultural de magrebíes, Atlas, son aproximadamente una treintena las mujeres musulmanas que lo utilizan en Lleida y la cifra, lejos de ir a menos, no deja de aumentar. “Son mujeres que apenas tienen vida social. Es cierto que cada uno puede hacer lo que quiera, pero no se puede imponer nada. Es claramente machismo, pero ellas lo ven como una forma de vida”, asegura Omar Charah, portavoz de esta entidad. Y achaca este incremento de mujeres con niqab en la ciudad de Lleida al cada vez máyor número de conversas que lo utilizan, aproximadamente la mitad de esa treintena. Son muchas menos, solo cinco o seis, para otra entidad árabe de Lleida, Magrebeida. “Son muy pocas y desde que saltó toda la polémica con la regulación que impulsó la Paeria (ver desglose) no ha aumentado. Yo creo que está en desuso porque no hay más mujeres musulmanas que se sumen a esta vestimenta”, apunta el presidente de esta asociación, Abderrafie Ettalydy, que cree que su uso ha de ser una decisión personal siempre que haya respeto hacia el resto de la sociedad.

Las asociaciones feministas de Lleida también se han sumado al debate sobre la utilización de este tipo de vestimentas integrales. “Está claro que ocultan a una persona, pero la clave está en saber hasta qué punto hay una libre elección de la mujer en su utilización o es una obligación por parte de su marido”, apunta Esther Sancho, portavoz del Grupo Dones de Lleida. Desde la entidad feminista leridana creen que hay que partir del derecho de la mujer al propio cuerpo y a la libertad de religión y de cultura, pero “también denunciamos el islamismo patriarcal que obliga a las mujeres a vestirse de esta forma que puede comportar una discriminación por razones de género”.

Holanda prohíbe la utilización del velo integral en espacios públicos El Senado holandés aprobó el martes por mayoría la ley que prohíbe el uso del burka y las prendas que cubren la cara en espacios públicos como el transporte, hospitales y escuelas. Esta ley supone una prohibición del uso de prendas como el niqab, burka, pasamontañas o cascos. Su incumplimiento podría acarrear una multa de 400 euros. Los pañuelos que no cubren la cara de la mujer no están incluidos. La ministra holandesa de Interior, la progresista Kajsa Ollongren, defendió que esta prohibición permitirá a las mujeres musulmanas “acceder a una vida social más amplia” porque si no se cubren la cara “tendrán más posibilidades de contacto, comunicación y oportunidades de entrar en el mercado laboral”. Holanda sigue así los pasos de Dinamarca, Francia y Bélgica, donde la prohibición se extiende a las calles. La Paeria hizo lo propio en 2010 en las dependencias municipales, pero el Supremo anuló en 2013 la ordenanza.

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