SEGRE

POSGUERRA MEMORIA HISTÓRICA

Prisioneros de Franco en Lleida

Un libro del periodista Carlos Hernández de Miguel documenta 236 campos de concentración de la dictadura || Media docena se ubicaban en Lleida, la provincia catalana donde había más

Carta a un prisionero del campo en la fábrica de conservas Vilalta de Lleida.

Carta a un prisionero del campo en la fábrica de conservas Vilalta de Lleida.BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA

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Lleida fue la provincia catalana que albergó más campos de concentración de la dictadura franquista. Recintos destinados a trabajos forzados, torturas y control de soldados y militantes republicanos nada más acaba la Guerra Civil hasta mediados de los años 60. Así lo documenta una investigación del periodista Carlos Hernández de Miguel, que revela la existencia de 296 campos de concentración franquistas en toda España, 14 de ellos en Catalunya. En el caso de Lleida, fueron seis, siendo la provincia catalana con más recintos de reclusión. Una documentación que se recoge en el libro Los campos de concentración de Franco (Ediciones B), publicado ayer, y en la que incluye el testimonio de centenares de víctimas. En el caso de Ponent, la capital del Segrià contaba con un gran campo de concentración que se dividía entre la Seu Vella, el Seminario Viejo (actual Rectorado) y la conservera Ricardo Vilalta. El campo tenía capacidad para 5.000 prisioneros y operó entre enero de 1939 y agosto de 1940, en que pasó a ser prisión. También hubo un importante campo de concentración en Cervera, primero en una cementera y después en la universidad, destinado principalmente a extranjeros que huían de la Segunda Guerra Mundial. Igualmente Mollerussa, Tremp, La Seu d’Urgell y Bossòst acogieron instalaciones similares. En los dos últimos, se recluían a republicanos que regresaban de Francia y franceses que huían de los nazis. En declaraciones a SEGRE, Hernández explicó que los campos cumplían un triple objetivo: el exterminio de los cargos más representativos de la República, la clasificación y depuración de los presos y la reeducación para su inserción en la “nueva España”. Los prisioneros se enfrentaban al hambre, a los trabajos forzados, a los malos tratos y a las humillaciones diarias.

Testimonios hablan del ‘hotel cemento’ de Cervera

El libro de Carlos Hernández de Miguel consta de dos partes: una que incluye documentos oficiales del proceso de creación y consolidación de los campos de concentración franquistas y otra, en la que relata las torturas, las enfermedades, el hambre y la muerte dando voz a centenares de prisioneros. El periodista ha podido hablar con supervivientes que estuvieron recluidos en el campo de Cervera, concretamente en la fábrica de cemento. “Todos tenían un recuerdo horrible del polvo del cemento. De hecho, le llamaban el hotel cemento”, explicó ayer. Estos testimonios le relataron que tragaban el polvo a todas horas y que el único momento del día en que podían respirar era cuando salían al patio. Un polvo, añadió, que provocó muchas muertes.

Recintos de exterminio, trabajos forzados, castigo y “reeducación” La investigación señala que el primer campo de concentración franquista se abrió solo 24 horas después del inicio del golpe de Estado contra la República, el 19 de julio de 1936. Estaba en la ciudad de Zeluán, en el antiguo protectorado español de Marruecos. Inmediatamente después, Franco envió una orden al resto de generales sublevados para abrir campos de concentración. Un sistema marcado por la improvisación y la arbitrariedad de los responsables, el autor relata que los campos de concentración fueron básicamente lugares de exterminio, castigo, sometimiento, “reeducación” y, sobre todo, de selección. Los oficiales del Ejército republicano y los miembros más destacados de las organizaciones republicanas fueron fusilados tras juicios “sumarísimos” mientras que el resto de prisioneros se utilizaron como obreros esclavos. No había campos para mujeres, aunque sí mujeres en los campos, e incluso se hicieron recintos solo para homosexuales.

Carta a un prisionero del campo en la fábrica de conservas Vilalta de Lleida.

Carta a un prisionero del campo en la fábrica de conservas Vilalta de Lleida.BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA

Carta a un prisionero del campo en la fábrica de conservas Vilalta de Lleida.

Carta a un prisionero del campo en la fábrica de conservas Vilalta de Lleida.BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA

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