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Los moros recuperan Larida

Batalla dialéctica en la Seu Vella con referencias a la situación política entre Catalunya y España || Pese a acabar enfrentándose, ambos bandos apuestan por el “diálogo y el acuerdo”

Los caballos también fueron protagonistas.

Los caballos también fueron protagonistas.MAITE MONNÉ

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Las tropas moras recuperaron ayer la ciudad de Lleida tras ganar la (incruenta) batalla contra los cristianos, que se enfrentaron frente al Pont Llevadís de la Seu Vella. El caid Musawa venció al conde Ermengol VI y durante un año la ciudad será Larida. No obstante, pese a haberse enfrentado en combate, el vencedor dijo ser “más partidario del diálogo y el acuerdo”, en referencia a la situación de conflicto político entre Catalunya y España, y apostó por la unidad de ambos bandos porque “por encima de la religión, la raza o las creencias, Larida o Lleida, la ciudad, nos hará libres e iguales a todos”.

De hecho, antes de la lucha, tanto moros como cristianos ya intentaron dialogar y enfrentarse solo de palabra. “Ya que nos tenemos que pelear, no seamos tan carallots. En lugar de armas, hagámoslo con mots y así nadie morirá”, propuso el capitán moro, a lo que el cristiano respondió que “fotem un poco de escándalo, cuatro gritos y algún pertardo. Y un teatro como el de antes para satisfacer a los que han pagado”. Comenzó entonces un toma y daca dialéctico, que al final acabó igualmente en un combate ‘real’ entre ambos, que ganó Musawa. Ermengol VI reconoció su derrota y pidió “morir con honor”, pero el capitán moro le salvó. “¡Qué manía tenéis de unir el honor con la sangre!”. “¿Solo somos capaces de encontrar las diferencias entre nosotros?”, se preguntó, y sentenció que “soy más partidario del diálogo y el acuerdo. Incluso tengo familias en las filas cristianas”. “Quiero reunir un solo consejo, para que solo con la palabra se resuelvan nuestras diferencias. Larida y el nuevo califato serán de todos quienes quieran formar parte de él”, remarcó, y la batalla dio paso a los fuegos artificiales de fin de fiesta.

La organización comienza ya a trabajar en la fiesta del próximo año, cuando cumplirá sus bodas de plata

Un año más, la recreación de la conquista de Lleida, en una mezcla de creación propia entre el rigor histórico y la fiesta popular, conquistó a los leridanos, que siguieron las distintas actividades de la jornada. Por la tarde, más de setecientas personas desfilaron por las calles y el Turó de la Seu Vella en la entrada de gala, entre festers de las comparsas moras Musa, Al·leridis y Banun-Hud y las cristianas Urgellencs, Pallaresos y Anglesola, y músicos de las seis bandas que las acompañan. Por la mañana se celebró también la entrada infantil y el concurso de bandas, que ganó la Banda Simfònica Unió Musical de Lleida. Y por la noche, la batalla puso el colofón festivo.

La Associació de la Festa de Moros y Cristians comenzará a trabajar de inmediato en la organización de la fiesta del próximo año, que será especial puesto que se conmemorarán sus bodas de plata.

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