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Lleida acoge a 530 menores migrantes, casi el triple que hace solo nueve meses

Además de unos 15 centros de acogida, también se ha habilitado pisos tutelados

Usuarios del centro de emergencia de Almacelles, durante una jornada de formación de menas.

Usuarios del centro de emergencia de Almacelles, durante una jornada de formación de menas.XAVIER ALDOMÀ

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Catalunya atiende a un total de 4.124 menores extranjeros no acompañados, más conocidos como ‘mena’. Del total, 530 de ellos están en las comarcas de Lleida (un 12,9%), lo que representa casi el triple de los casos que había hace apenas 9 meses en Ponent. Están acogidos en una quincena de centros y en pisos tutelados, y solo el 2,1% son chicas.

Las comarcas de Lleida acogen actualmente a 530 menores extranjeros no acompañados (mena), según los datos del departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias a 31 de mayo. Esta cifra casi se ha triplicado en apenas nueve meses, ya que a principios de septiembre del año pasado se contabilizaban 221 menores migrantes en Ponent. Es un crecimiento similar al que ha habido en el resto de Catalunya, que tutela a 4.124 niños y adolescentes migrantes, por lo que en las comarcas de Lleida se atiende al 12,9% de casos en la quincena de centros destinados a ello y en los pisos tutelados que se han habilitado en las últimas semanas en algunas localidades de Ponent.

De los 530 adolescentes acogidos en la demarcación de Lleida, cabe señalar que 61 de ellos ya han cumplido la mayoría de edad y disponen de lo que se denomina una prórroga asistencial. Se trata de la ayuda que ofrece la Generalitat pese a que por ley no está obligada a tutelar porque ya no son menores. En España solo se hace en Catalunya y el País Vasco, según indicaron ayer fuentes de la consellería. Respecto a las edades de los tutelados, cabe señalar que hay dos niños acogidos que apenas tienen 12 años y hay otros tres que cuentan con 13. Por sexos, el 97,9% son chicos por solo un 2,1% de chicas (11). Por país de procedencia, el 78,8 por ciento son de Marruecos, el 4,9 por ciento de otros países del Magreb y el 14 por ciento de países del África subsahariana.

Hay dos niños acogidos que apenas cuentan con 12 años, mientras que otros seis tienen 13

El departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias se marcó como objetivo para este año dar una respuesta eficiente a la previsión de llegada de más de 5.000 jóvenes migrantes (una cifra considerablemente más alta que la del 2018, que se cerró con 3.700). Uno de los proyectos principales es la creación de un centro de atención inmediata no residencial que acogerá a menores durante los procesos de identificación, evitando esperas como las que se registraron en comisarías de Mossos y en sedes judiciales, aunque en Lleida no ocurrió.

En las comarcas de Lleida se han puesto en marcha diferentes iniciativas para la integración de estos menores, desde su formación hasta la entrada en el mercado laboral. Es el caso de la Fundació Pagesos Solidaris, que ayuda a encontrarles trabajo en el campo (ver SEGRE del pasado sábado). Por su parte, la entidad Atlas Lleida, en esta misma línea, ha propuesto a la Generalitat “trabajar conjuntamente en un proyecto para su inserción laboral aprovechando la necesidad de mano de obra que hay en la agricultura”. Los centros (la mayoría de gestión privada) y los educadores se quejan de la falta de recursos para una adecuada atención.

La Generalitat destaca la alta integración de una gran mayoría De los menores inmigrantes llegados solos a Catalunya desde 2016 y hasta 2018 (algunos ya pueden ser actualmente mayores de edad), una gran mayoría (un 82%) no ha tenido ningún problema con la justicia, según la Generalitat. En el caso de Barcelona, a principios de mayo los Mossos pusieron en marcha un plan cuya voluntad es “proteger a estos menores y establecer los mecanismos para evitar que tengan problemas legales”. El resto, un 18%, han sido detenidos y/o investigados (mayoritariamente por hurtos de menos de 400 euros) al menos una vez. En la iniciativa colaboran la Fiscalía de Menores, ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat, que destaca la alta integración de la mayoría.

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