Carpintería solidaria en Agramunt

La casa centenaria de Cal Carreter de Agramunt, antigua carpintería del pueblo, se convertirá en un nuevo espacio de actividades y de servicios del Grup Alba de Tàrrega gracias a la cesión de la familia Ros. La entidad hacía tiempo que quería acercar sus servicios a las personas que viven en los pueblos del Urgell y la Segarra y a la vez resolver el problema de espacio que en los últimos años se ha ido acentuando. Por ejemplo, hay una previsión de que en los próximos cinco años hasta 45 alumnos finalicen su etapa en la Escola Alba y precisen de una plaza en los servicios ocupacionales. De esta forma, Cal Carreter acogerá la actividad de carpintería que hasta ahora se hacía en Tàrrega, lo que supondrá un ahorro de alquiler y permitirá abrir vías de colaboración con el ayuntamiento de Agramunt. Por otra parte, también será sede de actividades terapéuticas y, especialmente, vinculadas a la comunidad y se adaptará como un espacio de vivienda para fomentar la vida autónoma.

“La voluntad de la familia ha sido siempre dar una segunda vida al edificio en clave comunitaria; iniciamos el proceso de investigación de un proyecto social y educativo que tuviera impacto directo en los vecinos. Nos encanta que parte de la casa dé sentido a lo que fue hace mucho tiempo, en épocas de los bisabuelos, una carpintería como fue Cal Carreter, nombre de la casa y del proyecto”, explicó Thaïs Sanchez Ros, representante de la familia Ros. Paralelamente, la entidad firmará un convenio con el ayuntamiento de Agramunt para que colabore en la sostenibilidad del proyecto, fomente la máxima inclusión y el uso de espacios municipales. “Agradecemos muchísimo a la familia Ros que nos haya brindado esta oportunidad y el apoyo del ayuntamiento. Hace tiempo que Alba apuesta por un nuevo modelo descentralizado para mejorar la calidad de vida de los usuarios”, explicó Maite Trepat, directora del Grup Alba. En Agramunt hay actualmente 44 personas atendidas en diferentes servicios por la entidad (CDIAP, escuela y centro Ocupacional, entre otros).

El inicio de la actividad no se producirá hasta enero porque se debe adaptar el inmueble

El inicio de la actividad en el inmueble no se producirá hasta enero de 2020 ya que son necesarias algunas adaptaciones y mejoras. Sin embargo, se prevé comenzar un proceso de adaptación con un primer grupo de personas que puedan hacer uso de servicios locales. Además, el domingo, coincidiendo con la Fira del Torró, la Fecoll hará una caracolada solidaria para recaudar fondos para el proyecto.

La propietaria legó 100.000 euros al ayuntamiento, que hizo un parque Esta no es la primera donación benéfica que hace la familia Ros. En 2015, el ayuntamiento recibió una donación de 100.000 euros legados por Mercè Ros Serra, que falleció en octubre de 2014 a los 89 años de edad. Ros puso como única condición que el dinero fuera destinado a mejoras urbanas para la población. Finalmente, en septiembre de 2015 se inauguró el parque Mercè Ros junto al río Sió y cuenta con juegos infantiles, una tirolina, una pista de skate y otra de polideportiva.