El día de Sant Josep, festivo local en Mollerussa, acentuó ayer el confinamiento en la capital del Pla d’Urgell al quedar cerrados la mayoría de supermercados. Comercios de comida del centro y la farmacia de guardia abrieron como si se tratara de un domingo. El alcalde, Marc Solsona, aprovechó para enviar a la ciudadanía un mensaje de “comprensión” ante una situación excepcional de confinamiento. Instó a los vecinos a seguir los canales telemáticos para estar informados.