“Llamo a los vecinos sin WhatsApp y también me toca hacer de policía”

En los pueblos pequeños los alcaldes hacen de todo y con la crisis del coronavirus sus tareas se han multiplicado, según admite la alcaldesa de Nalec, Agnès Corbella, el municipio más pequeño del Urgell, con menos de 90 habitantes. Corbella cuenta que “comunico todas las novedades del estado de alarma a través de un grupo de WhatsApp y, a aquellos vecinos mayores que no tienen la aplicación, les llamo personalmente por teléfono, por suerte no somos muchos”. También ha pedido a la única tienda del pueblo que entregue los pedidos que le tramitan a domicilio. Corbella indicó que “también hago de policía para comprobar si siguen la normativa”. En cuanto a los medicamentos, un farmacéutico lleva a Nalec dos veces por semana las medicinas encargadas pero si un vecino tiene una urgencia, la misma alcaldesa se ofrece para irlo a comprar. También reciben el apoyo de los Servicios Sociales del consell del Urgell.

Sobre la situación provocada por la pandemia, Corbella destaca que hasta la semana pasada a los vecinos de Nalec les parecía algo “muy lejano” aunque en los últimos días “se han concienciado de la importancia del confinamiento”. Otra de las medidas tomadas en este pueblo del Urgell es que se han paralizado todas las obras que no tengan carácter urgente para evitar la movilidad en la medida de lo posible,

En el Pirineo, la densidad de población es aún menor. Por ejemplo, en Josa (Josa i Tuixent), con apenas 12 personas, los vecinos se han organizado con el grupo de Whatssap ‘Josencs a casa’ y hacen pedidos de productos en pueblos cercanos, como Gòsol, y uno de ellos se encarga de recogerlos y distribuirlos por las casas. Para reducir el riesgo de contagios, dejan la compra en la entrada de casa y el dinero para pagar la compra, en la ventana. Mercè Lagrava y su marido Raül Alcaraz, vecinos del pueblo, aplauden la labor que lleva a cabo la llamada Lechera de Tuixent, un medio de transporte mixto de personas y mercancías que se desplaza a diario a La Seu d’Urgell con el que “los vecinos evitamos desplazamientos y reducimos las posibilidades de contagio”. En Cava, en la misma comarca, viven habitualmente cuatro vecinos de dos familias y cada día se llaman para comprobar que los otros están bien. No coinciden en la calle para evitar contagios y se han organizado por WhatsApp, junto con la alcaldesa, Gisella Sellés, para coordinarse a la hora de hacer la compra y llenar el congelador para unas semanas más.