El Arnau constata que el virus se ceba con personas de mediana edad sanas

El hospital Arnau de Vilanova ha constatado que personas de mediana edad sin patologías previas sufren infecciones por el coronavirus que son más virulentas que entre el resto de la población a causa de una “explosión inflamatoria” entre el quinto y noveno día de la enfermedad. El Arnau cuenta actualmente con una treintena de pacientes en la UCI.

La mayoría de los hospitalizados y fallecidos por el coronavirus son personas mayores, muchas de ellas con patologías previas. Pero el Arnau de Vilanova, el hospital de referencia de Lleida, en cuya UCI hay actualmente una treintena de pacientes, ha constatado que ataca de forma muy virulenta a personas de mediana edad sanas.

Así lo afirma Alfredo Jover, jefe de la unidad territorial de Infecciones Nosocomiales y que coordina el dispositivo del Arnau ante la pandemia. “Al contrario de lo que uno podría pensar, estamos viendo que esta infección afecta mucho a una población con una media de edad de entre 40 y 45 años, que muchas veces es inmunocompetente, es decir, que no tiene enfermedades de base, y parece que en estas personas está haciendo mayor mella”, explica. Añade que, aunque en los primeros días los que ingresan siguen una evolución normal, presentan el riesgo de que “entre el quinto y noveno día haya una explosión inflamatoria que lleva al desenlace de ponerse en estado crítico”. En cambio, señala que entre los pacientes de edad avanzada la infección no suele ser tan grave, pero el hecho de que tengan otras patologías hace que puedan acabar falleciendo. “En los ancianos que tienen muchas más enfermedades, cualquier desequilibrio puede llevar a un desenlace fatal, pero no tanto por la entidad [el coronavirus] en sí, sino por el desequilibrio de otras patologías”, señala. “Estamos viendo que afecta mucho a población de una mediana edad e inmunocompetente y esto no lo hemos visto en otras entidades”, reitera Jover, pero a la vez destaca que “este virus no respeta a nadie”.

Por otra parte, Salud contabilizó ayer otros cinco fallecidos en la provincia a causa con el coronavirus, incluyendo casos no confirmados, elevando la cifra total a 160. De ellos, 127 eran positivos en Covid-19 y los otros 33, sospechosos. Además, se registraron 39 contagiados más, con un total de 1.774. Sin embargo, los datos aportados no concuerdan con días anteriores, ya que ayer había 276 altas hospitalarias acumuladas y el viernes eran 285 (ver desglose).

Respecto a las residencias, hubo dos fallecidos más, con un total de 16 muertos. Estos datos tampoco concuerdan, ya que hace una semana eran 85 muertos, según informó Salud.

Salud contradice en su nueva estadística sus datos anteriores Salud implantó el jueves una nueva estadística del número de muertos al sumar las cifras que aportan las funerarias, que incluyen los fallecidos con síntomas del virus pero a los que no se les hizo la prueba. Como era de prever, el número de muertos creció sustancialmente. El viernes, aplicó por primera vez este cómputo por regiones sanitarias. En Lleida, los muertos pasaron de 109 a 155, pero lo sorprendente y difícilmente explicable es que el nuevo sistema incluye datos que contradicen los que daba la propia conselleria hasta el jueves. Las altas, que el jueves eran 460, pasaron a ser 285, y los fallecidos en centros hospitalarios pasaron de 109 a 84. Los decesos en residencias, que el lunes eran 85, bajaron a 14, y los positivos confirmados crecieron en 300.