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Dos leridanas de 105 y 103 años han superado la Covid-19

Pepa Muixí y Clotilde Brau, que viven en la residencia || Estuvieron aisladas y confinadas en sus habitaciones del centro y reconocen que lo pasaron mal

Pepa y Clotilde, de 105 y 103 años, en el jardín de la residencia de Guissona.

Pepa y Clotilde, de 105 y 103 años, en el jardín de la residencia de Guissona.FUNDACIÓ AGROPECUÀRIA DE GUISSONA

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“Superar el coronavirus es siempre una buena noticia porque es un virus muy contagioso”, destacó ayer el director de la residencia de la Fundació Privada Agropecuària de Guissona, Joan Ruich. Eso es indudable, pero si lo haces con más de cien años, la satisfacción es aún mayor.

Este es el caso de dos residentes de este centro de la Segarra, Pepa Muixí y Clotilde Brau, que han ganado la batalla al virus con 105 (el 30 de junio cumple 106) y 103 años, respectivamente, como avanzó el diario Ara. Su historia se ha mediatizado y la residencia recibe cada día llamadas de medios de comunicación que quieren conocerlas, ya que se han convertido en las personas más mayores de España en superar el Covid-19 junto a una vecina de Olot de 112 años, Maria Branyas.

Ruich explicó ayer a SEGRE que “las dos son asintomáticas aunque dieron positivo en el test”, ya que el centro compró por su cuenta pruebas PCR para hacerlas a sus usuarios y actuar en caso que fuese necesario. Tras el resultado, “estuvieron totalmente confinadas y aisladas en sus habitaciones con unas décimas de fiebre, muy baja, durante un par de días”, detalló el director del centro geriátrico.

En declaraciones a TV3, tanto Muixí como Brau reconocieron que lo habían pasado mal, con un poco de fiebre y tos. Muixí explicó que “estábamos encerradas en una habitación, aburridas, pero mira ahora estoy bien, me siento bien. Las piernas me hacen un poquito de daño, pero el resto, los brazos, el cuerpo... Hago gimnasia todos los días. ¡Estupendo!”. Por su parte, Brau reveló que “he añorado mucho no ver a los hijos y he tenido y tengo miedo que lo cojan ellos; esto es lo que más me preocupa”. A pesar de estar aisladas, siguieron en contacto diario con sus familiares vía teléfono o videoconferencia. Ahora el virus ha quedado atrás para ellas y se ha convertido en una más de las muchas vivencias de estas luchadoras que ya han recuperado su rutina en la residencia de la Fundació Privada Agropecuària de Guissona.

Muixí y Brau no entienden cómo puede ser que con los avances tecnológicos y los buenos médicos que hay, aún no haya una vacuna para combatir el virus. Ambas aseguraron que ellas ya han vivido la vida pero desean que se encuentre una vacuna para las futuras generaciones.

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