SEGRE

GUERRA CIVIL MEMORIA HISTÓRICA

En memoria de los 10 de Isavarre

Abren en Sorpe la fosa común en la que estos vecinos de Alt Àneu fueron enterrados en abril 1938 tras ser ejecutados por el ejército franquista || Emoción entre los familiares que asisten al acto

Familiares de los fusilados observan cómo los arqueólogos fueron hallando restos en la fosa.

Familiares de los fusilados observan cómo los arqueólogos fueron hallando restos en la fosa.A. GUERRERO

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Francesc Bringué, Francesc Móra, Ramon Sala, Joan Paulet, Francesc Capdevila, Jaume Sabaté, Albert Mateu, Josep Añel, Joan Font y Pere Sala. Estos son los nombres de los diez vecinos de Isavarre (Alt Àneu) que entre el 17 y el 18 de abril de 1938 fueron fusilados por las tropas franquistas y cuyos cuerpos fueron enterrados en una fosa común que ellos mismos cavaron en una zona conocida como el Prat del Fuster, en Sorpe. Tenían entre 32 y 59 años. Ayer, 82 años y cuatro meses después, el departamento de Justicia inició los trabajos de apertura de la fosa con la presencia de familiares de ocho de los fusilados que han podido ser localizados. Fue un emotivo acto presidido por la consellera de Justicia, Ester Capella, que afirmó que “lo que sucedió en Isavarre fue terrible porque asesinaron a diez civiles. Quiero agradecer la presencia de sus familiares porque este es un acto de desagravio para ellos y también para la recuperación de nuestra memoria, que fue silenciada”. La consellera también añadió que “abrimos fosas para cerrar duelos”. Por su parte, el alcalde Alt Àneu, Francesc Xavier Llena, aseguró que “este lugar era hasta ahora un espacio mudo de una muerte cruel”.

Los vecinos siempre han sabido la zona en la que había la fosa y el ayuntamiento ya instaló en 2004 un monolito con el nombre de las diez víctimas. Tras los parlamentos, una excavadora empezó a remover con sumo cuidado la tierra en el punto en la que se creía que podían estar los restos. Apenas unos minutos después aparecieron los primeros huesos y otros indicios como una hebilla de cinturón y lo que parecía ser un mechero. Los familiares pudieron observar en primera línea cómo los arqueólogos iban delimitando, limpiando y marcando restos e indicios. La arqueóloga Anna Camats explicó que “no sabemos en qué posición fueron enterrados y todavía es pronto para saber cuántos días van a durar los trabajos”. Cuando finalicen, el objetivo será cruzar el ADN de los huesos con el ADN de los descendientes. Gil Rivas, nieto de uno de los fusilados, explicó que “una de las posibilidades es enterrarlo en el cementerio del pueblo. Otra posibilidad es llevar los restos a Andorra donde recibió sepultura su esposa”.

Cavaron su propia fosa antes de ser ejecutados

Las tropas franquistas ocuparon Isavarre el 16 de abril de 1938 y, según la memoria oral, ordenaron reunir en la plaza del pueblo a los diez hombres adultos que había en ese momento. Todos ellos eran civiles. Se los llevaron como prisioneros y los encerraron en una capilla. Uno o dos días después los llevaron hasta un prado conocido como el Prat del Fuster, en Sorpe. Cerca de una cabaña de piedras, los soldados del ejército franquista obligaron a los diez vecinos a cavar un gran agujero. Posteriormente los ejecutaron y los tiraron dentro. Días más tarde, algunos familiares de los fusilados fueron hasta allí para acabar de enterrar los cuerpos, que quedaron medio descubiertos.

Familiares de los fusilados observan cómo los arqueólogos fueron hallando restos en la fosa.

Familiares de los fusilados observan cómo los arqueólogos fueron hallando restos en la fosa.A. GUERRERO

Familiares de los fusilados observan cómo los arqueólogos fueron hallando restos en la fosa.

Familiares de los fusilados observan cómo los arqueólogos fueron hallando restos en la fosa.A. GUERRERO

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