Marcha de cientos de vehículos para pedir la independencia unilateral

Centenares de coches, motos, bicicletas e incluso patinetes eléctricos participaron ayer en una marcha por las calles de Lleida para celebrar la Diada Nacional de Catalunya y reclamar la independencia por la vía unilateral. Una celebración atípica y obligada por la pandemia del coronavirus, pero que, según el presidente de la Assemblea Nacional Catalana en Lleida (ANC), Jordi Alsina, “ha servido para llevar la Diada y su espíritu a las casas de todos los leridanos”. La marcha, organizada por la ANC, Òmnium y otras entidades independentistas, arrancó pasadas las cinco de la tarde del Camp d’Esports y a los pocos metros ya se dividió en varios recorridos. ¿El motivo? Los semáforos, despistes de algún conductor y el poco conocimiento del itinerario a seguir, ya que los organizadores lo anunciaron minutos antes de arrancar. Problemas logísticos aparte, la marcha recorrió las calles de la ciudad adornada con esteladas y altavoces con música y los cláxones sustituyeron a las consignas políticas. También hubo vecinos que desde los balcones saludaban el paso de vehículos con música, ondeando banderas o gritando consignas independentistas. Tres horas después, la marcha acabó en el aparcamiento de la Fira, junto a los Camps Elisis, para el acto final, a pesar de que muchos coches ya se habían ido. En la explanada del parking, los organizadores levantaron una estelada de diez metros de altura y cantaron el Cant de la Senyera i Els Segadors. En su manifiesto, dedicaron la Diada de este año “a todo el personal sanitario que ha luchado contra la pandemia del coronavirus” y defendieron que “la única vía para la independencia es la unilateral”, a la vez que animaron a la ciudadanía a prepararse contra la “confrontación final” contra el Estado español.

Por la mañana, la ANC y Òmnium organizaron un acto frente a la delegación de Hacienda, mientras que el convento del Roser, ahora Parador, concentró la mayoría de las ofrendas florales ganando por goleada al Turó de la Seu Vella. En este sentido, la CUP criticó que la Paeria “no reivindique el Roser como lugar central para los homenajes de hoy” y le afeó que el espacio siga siendo un Parador.