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MÚSICA

Mil trabajadores del sector cultural, sin empleo por la crisis de la Covid en Lleida

La reapertura de equipamientos culturales da un respiro a un sector muy tocado por las restricciones que impuso la pandemia||En las comarcas de Lleida se han perdido más de mil puestos de trabajo

Empresas, profesionales y asociaciones del sector de los eventos y espectáculos iluminaron la Llotja de rojo en señal de protesta.

Empresas, profesionales y asociaciones del sector de los eventos y espectáculos iluminaron la Llotja de rojo en señal de protesta.MAGDALENA ALTISENT

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El sector cultural ha sido uno de los más castigados por la pandemia. Solo en las comarcas de Lleida se han perdido más de mil puestos de trabajo y se han tenido que cancelar festivales y ferias tan importantes como FiraTàrrega o la de Titelles de Lleida. Poco a poco, el obligado 'streaming' deja paso al directo y se normaliza la situación.

El número de afiliados a la Seguridad Social que cotizaba en actividades recreativas y de entretenimiento en las comarcas de Lleida era, este verano, de 1.915 personas, cuando el año pasado la cifra llegaba a los 2.921 afiliados. Es un indicativo de lo tocado que ha quedado el sector cultural por la pandemia. El cierre de museos, teatros, cines, salas de conciertos, bibliotecas o librerías se tradujo en una total paralización. La cultura quedó relegada a internet. En streaming se hicieron presentaciones de libros, conciertos y espectáculos teatrales que parchearon una realidad económicamente desastrosa. Así, el mes de abril, el particular agosto de libreros y editores, la facturación llegó a caer más de un 90% pese a todas las iniciativas que se hicieron desde la red para que un Sant Jordi virtual fuera posible, según datos hechos públicos en la Setmana del Llibre en Català.

Y tras el confinamiento llegaron las restricciones de aforo, muy asfixiantes para la cultura, lo que obligó a cancelar la Fira de Titelles de Lleida, la Mostra de Cinema Llatinoamericà, FiraTàrrega o el Esbaiola’t de Esterri, por citar unos pocos ejemplos. Esta situación no solo afectó a quienes se suben al escenario, sino también a las empresas, profesionales y asociaciones del sector de los eventos y espectáculos que protestaron el jueves de la semana pasada iluminando de color rojo edificios emblemáticos como la Seu Vella, la Llotja, el Teatre Municipal de Balaguer o la iglesia de Santa Maria de la capital de la Noguera. Unidos en la plataforma#AlertaRoja, estos profesionales querían visibilizar que en algunos casos hay técnicos que llevan más de siete meses sin percibir ni un euro y sin cobrar prestaciones (ver desglose). Pero esta realidad está empezando a cambiar. En el Pirineo, de hecho, la recuperación ya llegó en verano, al no verse afectados por las restricciones de julio. El responsable del Ecomuseu d’Esterri d’Àneu, Jordi Abella, que esta misma semana ha recibido la Creu de Sant Jordi por los 25 años de este equipamiento cultural, explica que el balance del verano ha sido “muy positivo” a pesar de tener que limitar el aforo y reorganizar las actividades. “Nos preocupaba cómo garantizar la seguridad y, a la vez, ofrecer un servicio de calidad”, reconoce, pero el público se lo puso fácil. “Había ganas de consumir cultura y de apostar por el territorio”, así que Abella cree que hay que aprovechar esta “oportunidad” y pone como ejemplo que los equipamientos culturales se han tenido que poner al día en lo que respecta a la venta online. Mientras, la Generalitat ya ha aprobado ampliar al 70% el aforo de teatros, cines y salas de concierto de Barcelona y el área metropolitana. Es un primer paso. En Lleida, las Festes de Tardor vuelven a programar música en directo y en Tàrrega se ha presentado la temporada teatral.

Los conciertos en vivo se recuperan tras meses de ‘silencio’ en las salas de Lleida

Cantantes y músicos están siendo uno de los colectivos más afectados por la pandemia, junto con el de los actores. El cierre de salas y equipamientos musicales, así como la suspensión de festivales y Festes Majors, ha abogado al silencio a numerosos artistas y músicos de orquesta. Balaguer ha podido celebrar este fin de semana el nuevo festival Llavors, con Pau Vallvé y Mishima (que debía actuar ayer noche) como cabezas de cartel, mientras que las Festes de la Tardor de Lleida, que arrancaron también el viernes, cuentan en el cartel con artistas como Koers, Suu, Stay Homas, Renaldo & Clara, El Fill del Mestre o la Balkan Paradise Orquestra. El Cafè del Teatre ya disfrutó el pasado 12 de septiembre del estreno del nuevo álbum de Xavier Baró, La Veu de la Muntanya. El Espai Orfeó arrancará sus conciertos en vivo el 3 de octubre con el pop de la leridana Le Nais y seguirá el 10 con el jazz de Simón Fernández. El Auditori Enric Granados también reabrirá el 15 de octubre con los cuartetos Teixidor y Altimira, y el 18 con el Cor de Cambra del Auditori.

Las empresas, en números rojos No solo los músicos y actores se ven afectados por las restricciones, las empresas y profesionales detrás de los focos se unieron la semana pasada en la plataforma #AlertaRoja para dar visibilidad a un sector poco conocido pero imprescindible para la cultura.

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