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Entidades sociales al límite

El Tercer Sector de Lleida alerta de que su viabilidad económica está en riesgo por la falta de financiación y los sobrecostes en medidas sanitarias

Ilersis-Shalom

Entidades sociales al límiteMaite Monné

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La pandemia ha puesto a las entidades del Tercer Sector en una situación muy complicada en un momento en el que se han convertido en más que imprescindibles para miles de familias leridanas. El cese de actividades durante meses a causa del confinamiento y las restricciones sanitarias ha causado un retroceso en el estado de salud, psicológico y físico, de muchos de los usuarios con alguna discapacidad. También entre las personas mayores, que se han visto más aisladas y en algunos casos se han detectado deterioros graves.

Al respecto, Amics de la Gent Gran de Lleida insta a las administraciones a poder garantizar la atención presencial a un colectivo “muy castigado” por las restricciones mientras trabaja para ampliar el acompañamiento telefónico a otros cuatro municipios del Segrià de cara al próximo año. Por su parte, Creu Roja Lleida ha visto cómo se han triplicado las demandas de ayuda de necesidades básicas a causa de la crisis sanitaria y económica y desde el pasado marzo ya ha atendido a cerca de 40.000 usuarios en toda la provincia. Sin embargo, la entidad alerta de que los efectos sociales de la pandemia aún es-tán por llegar y ya se prepara, como el resto de entidades, para afrontar nuevas peticiones de ayuda en los próximos meses. Es el caso también de Càritas, que ha dado el triple de ayudas que el año pasado, y que desde el inicio de la pandemia ha atendido a más de 900 hogares que tienen dificultades para llegar a fin de mes.

Las dificultades económicas mantienen a las entidades del Tercer Sector al límite. Es el caso de la Fundació Ilersis-Shalom, que ha visto “llover sobre mojado” tras el incendio que sufrió su centro de trabajo en 2018. Tras adquirir material de protección sanitario y con la necesidad de alquilar espacios para poder continuar con su actividad, la entidad alerta de que necesitan financiación y la creación de nuevo centro de trabajo ante un futuro “incierto”. Asimismo, muchas entidades se han visto afectadas por el cierre de la hostelería y la restauración, ya que cuentan con negocios que dan trabajo a los usuarios y generan ingresos para las entidades. “Es un duro golpe a nuestra economía”, señalan desde Ilersis-Shalom. Mantener las actividades ha sido la principal misión de las entidades para no dejar a sus usuarios en la “estacada” y que el situación actual no agrave su estado. Se han readaptado actividades y se han cancelado otras, con un cambio de modelo que, señalan, ha venido para quedarse, más centrado en las necesidades concretas de cada usuario y con grupos más reducidos. Al respecto, Aspid destaca que el cierre de actividades durante varios meses ha afectado a la evolución de las personas con alguna discapacidad, mientras que desde Acudam se denuncia que las personas condiscapacidad han sido “las grandes olvidadas” de la pandemia y que las entidades han redoblado sus esfuerzos para evitar contagios entre su personal y los usuarios.

Otro colectivo especialmente vulnerable han sido las personas sin hogar, que han visto cambiadas las rutinas cuando justo habían iniciado un proceso de cambio en entidades como Arrels, mientras que la vida autónoma también se ha visto perjudicada en usuarios de asociaciones como Down Lleida. Las entidades reclaman que la pandemia no sea una excusa para recortar derechos e inciden en la necesidad de aumentar los recursos para adaptar los servicios garantizando los protocolos sanitarios. La Federació Allem, que agrupa a entidades de personas con discapacidad que atienden a 2.250 usuarios, alerta de que la viabilidad económica de las asociaciones está en peligro por la falta de ayudas y los sobrecostes que han tenido que afrontar para proteger la salud de usuarios y trabajadores, así como la adaptación de los servicios y las actividades. El Tercer Sector arrastra las consecuencias de la crisis sanitaria y teme que un nuevo cierre que agrave su situación. Al llamamiento de más financiación también se une la reclamación de un permiso retribuido para los familiares cuidadores de personas con discapacidad que tengan que aislarse por Covid.

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