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Cae una banda que distribuía medicamentos nocivos haciéndolos pasar por productos nutricionales

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La Policía Nacional, en una operación conjunta con los Carabinieri de Italia y la Policía de Rumania, y en la que también ha participado la EUROPOL, ha desarticulado una organización criminal dedicados, supuestamente, a distribuir medicamentos nocivos haciéndolos pasar por productos nutricionales. Los agentes han detenido a ocho personas y han intervenido 117.700 comprimidos en una docena de registros en Barcelona y Málaga, así como en Italia. También han bloqueado cuatro páginas webs y 21 cuentas bancarias asociadas a los investigados, bloqueando 3,5 millones de euros. Se les imputan delitos contra la salud pública, estafa, falsedad documental, contrabando, pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y delito contra la hacienda pública.

Las investigaciones empezaron cuando la Policía Nacional recibió una información, procedente de la EUROPOL, donde los Carabinieri comunicaban la intervención de 2.123 paquetes de un producto que había dado positivo en la sustancia química sildenafil - principio activo de los medicamentos para el tratamiento de la disfunción eréctil - sin que hubiera sido declarada entre sus componentes. Además alertaba de que el producto procedía de dos empresas distribuidoras inglesas, una de ellas con delegación en la provincia de Málaga.

Con todos estos datos, los agentes llevaron a cabo las primeras gestiones de investigación sobre las dos sociedades, observando que las dos estaban administradas por ciudadanos españoles que, a su vez, administraban otras sociedades. Todas ellas estaban relacionadas entre sí, creando un complejo entramado empresarial que tenía como objetivo camuflar la actividad que desarrollaban.

Algunas de estas empresas se crearon en el extranjero a nombre de los investigados o de testaferros, con el objetivo de evitar cualquier actuación policial contra los verdaderos responsables de las mismas y servir de distribuidoras de los productos investigados. Además, los agentes detectaron que uno de los principales sospechosos tenía fijada su residencia en la ciudad norteamericana de Miami, lo que le generaba una "falsa sensación de impunidad" para poder operar libremente en la creación de estas empresas.

Una amplia recopilación de información reveló que los investigados habían creado el entramado empresarial con el objetivo de esconder la actividad delictiva bajo una apariencia legal. En este sentido, combinaban la distribución de medicamentos con sustancias prohibidas con otros productos que legales, como complementos alimentarios o maquillaje, entre otros.

La Policía Nacional solicitó colaboración a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, así como la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. De hecho, esta última había emitido varios informes prohibiendo la comercialización de productos que habían sido registrados por las empresas pertenecientes a la organización criminal.

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La desarticulación de un grupo criminal que distribuía medicamentos nocivos haciéndolos pasar por productos nutricionales

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