Un 70% de las declaraciones de la renta de afectados por ERTE será incorrecta

Un 70% de las declaraciones de la renta de los afectados por ERTE se ha presentado de manera incorrecta, según datos del Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Catalunya.

Esta situación provocará un "alud" de requerimientos y regularizaciones en los próximos meses, con la obligación de responder a la Agencia Tributaria en diez días.

Los gestores han advertido que se trata de un periodo "insuficiente" y han reclamado al Estado no sancionar a los afectados porexpedientes y los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital en caso de irregularidades en las declaraciones. Los gestores han asegurado que no ha habido "mala fe", sino "falta de información" y falta de previsión ante una campaña de la renta "extraordinaria" por el impacto de la pandemia.

El Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Catalunya ha alertado este jueves del impacto de la campaña de la renta de 2020, en un contexto atípico por la crisis sanitaria.

Esta situación ha afectado a especialmente los trabajadores en ERTE por la falta de datos actualizados por parte del SEPE y la dificultad para entender la forma de calcular la devolución. De hecho, en el último día de campaña todavía había un número importante de contribuyentes que no tenían los datos fiscales actualizados, en referencia a los importes abonados por el SEPE durante el ERTE.

Ante esta situación, los gestores prevén que un 70% de las declaraciones de la renta presentadas por personas afectadas por los expedientes sean incorrectas y necesiten regularización fuera de plazo. "Tememos una nueva campaña de la renta con un alud de requerimientos", ha advertido la miembro de la Comisión Fiscal del Colegio Oficial de Gestores Administrativo de Catalunya, Carme Elena. Elena también ha expresado sus dudas sobre las regularizaciones.

A partir del momento en que la Agencia Tributaria emite el requerimiento, el contribuyente tiene diez días hábiles para aportar la información. Los gestores aseguran que se trata de un periodo insuficiente para conseguir los datos si el SEPE todavía no las tiene actualizadas. Por otra parte, los gestores han recordado que los afectados en ERTE podían pedir a Hacienda un aplazamiento en la presentación de la declaración de la renta de seis meses y sin intereses.

Sin embargo, ahora alertan "de irregularidades", ya que se están concediendo aplazamientos de un plazo de entre doce y dieciocho meses y con intereses. Los gestores administrativos también creen que no todos los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital han recibido la carta donde se les avisaba de la obligación de hacer la declaración y, por lo tanto, aseguran que muchas de las personas susceptibles de recibir esta prestación no habrán presentado la declaración.

Este hecho es un requisito necesario para recibir la ayuda y los gestores prevén que lo tengan que presentar fuera de plazo. En este contexto, el Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Catalunya ha pedido no sancionar a los contribuyentes afectados por ERTE y los beneficiarios del IMV si tienen que hacer una regularización en los próximos meses. Los gestores entienden que no ha habido "mala fe" sino una "notable desinformación" y una "falta de comunicación" entre administraciones.

Actualmente no existen sanciones para estos casos concretos, pero las sanciones tributarias habituales oscilan entre 150 y 300 euros por persona. Los gestores también recomiendan a los contribuyentes revisar de nuevo los datos fiscales, aunque ya hayan hecho la devolución y no reciban ningún requerimiento, por si han pagado más del necesario. En este caso, la Agencia Tributaria no envía un requerimiento, sino que tiene que ser iniciativa del contribuyente.

Para evitar nuevos errores, los gestores también piden a Hacienda que no regularice las declaraciones erróneas hasta no estar seguros de que el SEPE haya trasladado toda la información correcta o bien que esta se pueda conseguir de manera rápida. En todo caso, los gestores critican que la administración no haya destinado más recursos para dar apoyo a los contribuyentes en una campaña que ya se preveía muy complicada para un número de personas muy elevado y poco habituada a hacer la declaración.