Me he hecho un test de antígenos: ¿Puedo fiarme del resultado?

Los test de antígenos tienen una alta especificidad, por lo que hay escasas probabilidades de que una persona que arroje un resultado positivo realmente no esté contagiada. De todas formas, un positivo en test de antígenos debe ser corroborado con la realización de una PCR y, en cualquier caso, debe aislarse en el mismo momento que el test da positivo e informar a Sanidad.

Es más habitual ver resultados negativos en personas que realmente sí están infectadas. Si la carga viral no es suficientemente elevada puede que la prueba no lo detecte y arroje un resultado de falso negativo.

Si uno no tiene síntomas y si desconoce si ha estado en contacto con un positivo, es difícil saber si la carga viral es suficientemente alta para que el test arroje un resultado más fiable. Sin embargo, si uno tiene síntomas compatibles con el Covid (fiebre, dolor muscular, dolor de cabeza, mocos, dolor de garganta...) lo habitual es que la carga viral ya sea alta, por lo que el resultado resultaría más fiable.

Si nos encontramos en una fase muy temprana de la infección es probable que el resultado varíe, por lo que lo más recomendable es realizarse el test entre 4 y 5 días después de estar en contacto con un positivo. Si se ha coincido con un positivo y solo ha pasado un día, lo más probable es que el test dé negativo, por lo que se aconsejar reptirlo al cabo de 4 o 5 días. 

En estos días de encuentros familiares, si decidimos hacernos el test, ¿Cuándo debemos efectuarnos la prueba? ¿Antes o después de la reunión? Como hemos dicho, en una fase temprana, el test puede no llegar a detectar un positivo y arrojar un resultado de falso negativo. Un negativo que, quizás, días después se convierta en un positivo. Para obtener una mayor fiabilidad, es aconsejable hacer test tanto antes como después del evento. Así, al hacer pruebas en diferentes días el resultado será más fiable. Así, por ejemplo, se puede realizar varios en una misma semana con al menos 24 horas de separación entre ellos. Así, el último se podría hacer el propio día del encuentro navideño. Y si queremos mayores garantías, también se puede optar por realizar otro test cuatro o cinco días después del encuentro navideño para conocer si nos hemos infectado o no.