Anglesola recupera su tradición

La población de Anglesola cerró ayer las fiestas locales con el reparto de los Panets de la Caritat bendecidos con la reliquia de la Santa Creu, una tradición que se ha mantenido de forma ininterrumpida desde el siglo XIII. El acto, uno de los más arraigados y populares de la localidad, recuperó la presencialidad en la plaza de l’Església tras dos años de repartir los panecillos a domicilio por la pandemia de la Covid. En total, se repartieron unos 10.000 entre centenares de personas.

La alcaldesa, Carme Miró, destacó que este año Anglesola ha podido celebrar su Festa Major con “normalidad” tras tres años de restricciones. En cuanto al acto central de las fiestas, el reparto de panets, dijo que significaba el “reencuentro” con los vecinos, que muchos esperaban con ilusión. La tradición marca que se donen gratuitamente 4 panecillos por persona y doble ración a las mujeres embarazadas.

La gente los cuelga en los árboles y en las casas, y también se conservan en los coches, porque, según la creencia popular, protegen de las tormentas de granizo y otras inclemencias meteorológicas. Los panecillos, que fueron bendecidos por la mañana en el marco de la eucarística, pesan entre 50 y 60 gramos. Están hechos con harina de trigo, agua, sal y sin levadura.

La Festa Major de Anglesola se ha prolongado cuatro días y ha incluido una quincena de actividades para todos los gustos. Los actos empezaron el pasado viernes con una cena de bocadillo amenizada con música de La Trup. Siguió el sábado con diferentes atracciones para los niños y los jóvenes, un monólogo de David Sas y un concierto a cargo de Banda Neón, mientras que el domingo hubo un espectáculo de percusión de Sound de Secà, vermut electrónico, comida popular y futbol.

Las fiestas acabaron ayer con la misa y la entrega de los panecillos.